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Jueves, 6 de junio 2019, 18:52
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El Ministerio de Fomento ha parcheado un tramo de la Autovía de la Plata A-66 en el entorno del Puerto de Vallejera, mientras mantiene en el olvido desde hace nueve meses la necesaria reforma, ya adjudicada, del maltrecho tramo entre Guijuelo y Sorihuela plagado de socavones.
Según ha podido saber este periódico, los trabajos de parcheado se han desarrollado en el entorno del Puerto de Vallejera en sentido sur hasta el límite de provincia con Cáceres, y forman parte de las labores de mantenimiento que se llevan a cabo en los meses de mayo y junio durante prácticamente todos los años. La empresa responsable de llevar a cabo este parcheado en Vallejera no trabajará en el tramo afectado por la futura obra en Guijuelo-Sorihuela.
Sobre esta reforma, públicamente no hay avances sobre el inicio de las obras, que sufrieron un primer retraso desde su adjudicación en agosto del año pasado por la previsión de mal tiempo en invierno. El invierno ha pasado y la primavera está a punto de terminar y fue ese el periodo establecido por el Gobierno como fecha de inicio de unas obras que se prolongarán 33 meses. El Gobierno ya tardó ocho meses en adjudicar las obras, cuyo presupuesto rondará los 3,4 millones de euros, y acumula ya nueve meses de retraso desde esa adjudicación aunque el contrato se firmó en octubre con la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por las andaluzas Construcciones Otero y Construcciones Narila. Esa fue la elección de entre 78 empresas presentadas al concurso y, aunque ya no se habla de bajas temerarias, la adjudicación se hizo con un precio un 44% más bajo de la licitación inicial hecha pública en el Boletín Oficial del Estado.
De momento, el tramo de 12 kilómetros entre Guijuelo y Sorihuela no se ha tocado en espera de la obra. Las últimas mejoras se llevaron a cabo durante el verano del año pasado a modo de obras de emergencia para reducir la peligrosidad del firme en espera de unas obras que no acaban de llegar. Según se contempla en el contrato de obra, el mal estado del firme obligará al fresado del terreno y su posterior reposición en las zonas más afectadas por el deterioro. Después, se aplicará una capa de rodadura en toda la calzada y arcenes de entre 7 y 35 centímetros con el objetivo de mejorar una infraestructura que comenzó a dar problemas a las pocas semanas de haberse puesto en servicio allá por el año 2008.
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