Las paradisiacas playas de Portugal en las que es posible disfrutar de los delfines

Portugal es uno de los destinos preferidos por los salmantinos para hacer una escapada un fin de semana. Sus parajes naturales, repletos de belleza, aguas cristalinas y atractivos turísticos resultan ideales para escapar de la rutina y huir del calor que hace en las ciudades pequeñas, en las que la única opción factible para resfrescarse en verano es darse un chapuzón en una piscina.

A 40 kilómetros de Lisboa y, a poco más de cuatro horas de la capital charra, se encuentra una de las localizaciones menos masificadas del país vecino: Setúbal. Se trata de una localidad llena de encanto, de espíritu marinero, cargada de cultura, con buenas playas y una gastronomía envidiable.

Ubicado entre el Parque Natural de Arrábida y el Estuario del Sado, Setúbal cuenta con calas de ensueño en las que todo aquel que va siempre tiene compañía a la hora de bañarse. Y es que uno de las cosas que más gustan de este municipio portugués es que ver delfines se ha convertido en toda una rutina. De ahí que uno de los planes más solicitados por los turistas que llegan a este pueblo luso sea la excursión en barco para divisarlos.

Con construcciones de visita obligada como el Fuerte de São Filipe, construido en el siglo XVI para defender la ciudad, o el Mercado do Livramento, con varias piezas de azulejos del siglo XIX, Setúbal, un destino en el mapa frecuentemente elegido por algunos famosos como Nicolas Sarkozy o Madonna, tiene playas como las de Galapos, Coelhos o Galapinhos, en las que el baño es posible durante todo el año.

Por último, esta localidad marinera se ha convertido en una de las favoritas por su gastronomía. Sus chocos, sus ostras, su sepia, sus salmonetes, sus sardinas, su caballa, su pulpo o su rape son algunos de los 'platos del mar' que más se piden en sus restaurantes, donde también es frecuente degustar el queso de Azeitão o los vinos con Denominación de Origen de sus bodegas.