Secciones
Destacamos
Lunes, 25 de enero 2021, 22:10
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
El laboratorio de la doctora Mercedes Garayoa del Centro de Investigación del Cáncer (CIC) ha colaborado junto al científicos del CIMA de la Universidad de Navarra en el hallazgo de un inhibidor que revierte la pérdida ósea en el mieloma múltiple. La participación del centro de estudios salmantino ha resultado clave por los inicios de las investigaciones en el Centro del Cáncer y el seguimiento y desarrollo del laboratorio de Esteban Ballestar del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, que ha liderado el proyecto y la elaboración del estudio a cargo de científicos del Cima Universidad de Navarra. La coordinación entre estos centros ha confirmado la eficacia de la molécula CM-272, eficaz para revertir la enfermedad ósea asociada al mieloma múltiple, un hallazgo que abre la puerta a un nuevo fármaco terapéutico para su tratamiento.
La importancia del hallazgo reside en la mejora para la calidad de vida que podría suponer para los pacientes de una enfermedad, actualmente incurable, que representa el 1% de todos los cánceres. La mayoría de los enfermos presenta complicaciones relacionadas con el esqueleto durante el curso de la enfermedad. Hasta el 80% de los pacientes de mieloma múltiple desarrollan problemas óseos durante el curso de la enfermedad. Dada la naturaleza incurable de estas lesiones óseas, era de gran urgencia identificar nuevas dianas terapéuticas dirigidas no solo a reducir la progresión tumoral sino también a revertir las lesiones óseas asociadas. Entre otras se encuentran el dolor óseo severo y fracturas patológicas o aplastamiento de las vértebras. El trabajo, publicado por Nature Communications, demuestra por primera vez la dependencia de la progresión del mieloma múltiple con el microambiente de la médula ósea y, en concreto, con el estado alterado de un tipo de células madre adultas. “Es un hallazgo muy importante ya que además de detener las lesiones óseas, que empeoran la calidad de vida de los pacientes, contribuimos a no favorecer la progresión tumoral”, detalla la investigadora.
El papel del Centro de Investigación del Cáncer en la investigación, según detalla Garayoa, se ha basado en estudios de expresión de las células mesenquimales estromales que se han combinado con los estudios epigenéticos realizados en Barcelona, el aislamiento y mantenimiento de muestras obtenidas de pacientes con mieloma (tras consentimiento informado) y tratados en el Servicio de Hematología del Hospital Universitario de Salamanca, con quienes trabajan estrechamente, así como el Instituto de Investigación Biosanitaria (Ibsal Salamanca). Otra de las partes donde tiene dilatada experiencia el grupo de laboratorio ha sido a la hora de realizar parte del modelo animal en el estudio. Muchas de estas aportaciones comenzaron con el inicio del proyecto.
La colaboración entre el Centro del Cáncer y el servicio de Hematología es clave para los avances y la combinación de la parte clínica y los estudios genéticos. La responsable de la Unidad del Mieloma del Hospital, María Victoria Mateos, es una de las artífices del reconocimiento internacional de Salamanca por su aportación en un camino que comenzó el doctor Jesús San Miguel.
Lograr la remisión del tumor y a la vez de reducir las lesiones óseas provocadas por el mieloma múltiple. Estas son las dos principales consecuencias del hallazgo en el que ha participado el Centro de Investigación del Cáncer que pretende “mejorar la calidad de vida de los pacientes”. “Con todas las herramientas de inmunoterapia se ha avanzado mucho en el tratamiento del mieloma múltiple, pero hay una parte que queda aún por resolver que es la enfermedad ósea asociada al mieloma sobre todo porque estas lesiones no llegan a curar del todo, a pesar de que exista una remisión del tumor”, detalla la doctora Mercedes Garayoa.
Por ello, este avance tras hallar un inhibidor y un fármaco resulta muy esperanzador. “Las lesiones óseas van desde una osteoporosis hasta pérdidas líticas como son fracturas de huesos de cualquier parte del esqueleto, de vértebras o aplastamiento de la columna. Según el tipo de fractura tienen bastante impacto e influye en su supervivencia. Este avance puede tener un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes”. El fármaco ya se había utilizado para otros tipos de tumores, pero aún no ha dado el paso a la clínica. Una situación que, gracias a este avance, podría estar más cerca y entrar en los ensayos clínicos.
A la vez, la labor del equipo de Garayoa ha sido muy importante para realizar los estudios epigenéticos que han permitido también lograr que la enfermedad remita. En este estudio multicéntrico en el que han participado científicos de Navarra, Barcelona y Salamanca el papel del Hospital ha sido muy importante gracias a las muestras con las que se ha podido trabajar en el laboratorio. El servicio de Hematología del Hospital, tras pedir el consentimiento informado, ha cedido estas aportaciones. Hay que tener en cuenta que la Unidad de Mieloma de Salamanca es una referencia para todo el país y alberga pacientes de todas las comunidades para participar en los múltiples ensayos clínicos sobre el segundo cáncer hematológico más frecuente, que supone prácticamente el 10% de todos los cánceres de sangre. En la actualidad, aunque hay muchos estudios que han mejorado la calidad de vida y consiguen la remisión, sigue siendo incurable.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.