Este es el monumento que más gusta a los turistas que llegan a Salamanca

El verano es la época perfecta para hacer las maletas y dar rienda suelta a nuestro espíritu viajero. A la hora de elegir destino vacacional, son muchas las personas que se decantan por conocer un país del extranjero, pero también los hay que eligen recorrer España por las muchas atracciones turísticas que tiene.

Y es que, según la revista Viajar, es un país que no deja indiferente a nadie por sus construcciones bonitas e icónicas. Haciendo un recorrido de norte a sur y de este a oeste, son muchos los escenarios de los que los españoles se pueden sentir orgullosos. Y, en medio de la búsqueda de un destino que pueda convencer a todas aquellas personas que ya se han aburrido de la playa y que quieren ir a parar a un destino turístico de interior, figura Salamanca, repleta de maravillas naturales, calles, callejones, palacios, catedrales y otros muchos escenarios que dejan embelesados a todos aquellos que pasea por sus pueblos y por su casco histórico.

A la hora de llegar a la capital charra, son muchos los turistas que se preguntan por cuál es el edificio que más gusta a los extranjeros cuando pasean por sus calles. Y la respuesta no podría ser otra. La Universidad de Salamanca gana 'por goleada' al resto de monumentos de la ciudad.

La explicación de por qué los turistas eligen este monumento radica en que es la más antigua de España y la tercera de Europa. Con origen en las escuelas catedralicias, como la mayor parte de las universidades medievales europeas, hacia el siglo XII, cuenta con varias escisiones repartidas por todo el país y con una historia que resulta imperdible.

Y es que 800 años dan para mucho. Sus paredes, sus pasillos, sus libros y las miles de vivencias que confluyen en ella se suman como principales atractivos a todos los personajes históricos que han dejado su huella tanto dentro como fueras de sus aulas. Es el caso del que fue presidente del Gobierno entre 1976 y 1981, Adolfo Suárez, Santa Teresa de Jesús o los emperadores de Japón que dan nombre a una de las salas que aguarda el Centro Cultural Hispano Japonés.