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Incombustible a sus 96 años, la organista en activo más importante de la historia de España ofrecerá un concierto en la tarde de este jueves, a partir de las 20:00 horas, en uno de los cinco órganos de la Catedral de Salamanca. Esta barcelonesa, que, además, padece sordera, está considerada toda una leyenda y no quiere poner una fecha para su retirada porque, para ella, la música lo es todo. Significa tanto en su día a día que, tal y como ha reconocido muchas veces en otras entrevistas, le ‘rejuvenece’.
Montserrat Torrent lleva toda su vida vinculada al órgano. Cuando era bien pequeña, cuando España se encontraba inmersa en la Guerra Civil, tuvo su primera toma de contacto en un piso que unos amigos de sus padres les cedieron a ella y a su familia para irse de vacaciones en Santa Coloma de Farners. Allí aprovechaba para tocar el órgano y, como cada año interpretaba muchas piezas, decidió dedicarse a estudiar la disciplina para hacerlo de una forma más digna. “Sin la Guerra Civil, yo nunca hubiese sido organista. Fue providencial. Cuando hubo bombardeos, unos parientes nuestros nos dejaron un piso en Santa Coloma de Farnés. Allí había un órgano y siempre íbamos a tocar un poco por puro deleite. Entonces, empecé a estudiar un poco para tocarlo de forma más digna”, ha asegurado Montserrat después del último ensayo que ha llevado a cabo en la mañana de este jueves, antes de su concierto.
La ya considerada gran dama de la música de órgano ya ha posado sus mágicas manos en los más prestigiosos de todo el planeta. Pese a que su favorito es el del Palacio Real de Madrid, no olvida un concierto que ofreció hace ya algunos años en Dinamarca. En concreto, tuvo el placer de tocar un órgano que le fascinó en Roskilde. Ese deleite que siempre siente al acercarse a cualquiera es el que lleva intentando transmitir durante toda su trayectoria, en la que ha luchado por dignificar la profesión de organista y transmitir a muchas generaciones la belleza de los sonidos ‘celestiales’ que salen de este instrumento.
“La música lo es todo para mí. Antes de nacer, mi madre, durante la gestación, ya me lo inculcaba con su pasión por el piano. Ella era una muy buena pianista. Fuimos siete hermanos y a todos nos dio una instrucción musical. A las mujeres, nos instruía con el piano y, a los varones, con instrumentos de cuerda”, comenta Montserrat al ser preguntada por su infancia, de la que recuerda, con especial cariño, lo fundamental que, para ella, fue su madre, Ángela Serra y lo mucho que se fijó en algunos de los que fueron sus referentes musicales. Entre ellos, destaca a uno: el alemán Johann Sebastian Bach.
Pese a seguir en activo en la profesión y seguir dando conciertos, con una buena agenda por delante este verano, Montserrat Torrent ya va encontrándose con algunas trabas. Una de ellas es, sin duda, el hecho de que, para acceder a cualquier órgano, tenga que subir escaleras. “Las trabas más grandes que encuentro ahora son las escaleras para llegar al instrumento. Aquí, en Salamanca, es fácil porque hay barandilla de hierro y los peldaños son poquitos. A veces, he pensado que no podía llegar a un órgano porque no había ninguna barandilla. Pese a ello, hay compensaciones tan bonitas y tan hermosas como el que la gente te escuche y te agradezca que has tocado para ella. Ahí, entiendes que esas personas han entendido lo que intentabas demostrar y hacer sentir con la música”, asegura emocionada Montserrat.
Hace un año, esta organista barcelonesa ya dejó huella con su música en Salamanca. Concretamente, lo hizo en Ciudad Rodrigo. De aquella estancia, recuerda que el órgano era un órgano muy hermoso, pero ese recuerdo se ve empañado por las condiciones físicas en las que, por aquel entonces, se encontraba: “Tocar el órgano de Ciudad Rodrigo fue muy hermoso. Pese a ello, mis condiciones físicas no fueron las mejores. Vine de Granada y no me encontraba muy bien. Por eso, después de actuar allí, al llegar a Barcelona, me puse mala y tuve que suspender todos los conciertos”.
De cara al concierto de este jueves, Montserrat, que no ve un inconveniente en su sordera para desarrollar su profesión, recalca lo especial que es para ella venir a Salamanca y hacerlo en la Catedral, donde ha disfrutado de numerosos cursos. Antes de afrontarlo, la organista barcelonesa no ha fallado y ha llevado a cabo su misma rutina de siempre: ha ensayado en silencio y, posteriormente, en el lugar elegido para el concierto. “Todos los días, estudio de 5:00 a 7:00 de la mañana en silencio porque, con sonido, no puedo. Estaría denunciada. Después, lo hago con el órgano y, cuando suena, es un regalo”.
Premio Nacional de la Música en 2021, Montserrat Torrent lanza un consejo a aquellas personas que quieran iniciarse en su profesión o, directamente, en la música y afronta con ganas lo que queda de verano con diversos conciertos en el horizonte. Santa Marina del Rey, Burgos, Mallorca, Barcelona o Durango serán los siguientes lugares por los que esta leyenda del órgano pasará en los próximos meses. “A todos aquellos que quieran dedicarse a este mundo, les digo una cosa: que lo hagan siempre y cuando sean constantes en el estudio y siempre y cuando esta profesión y la música les ilusione. Al final, de buenas intenciones no se vive. Hay que ser muy estudioso. Tienen que ser personas disciplinadas. Esto requiere un esfuerzo, pero siempre tiene que mantenerse la vocación y la ilusión”, ha sentenciado.
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