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Candela Jiménez, mejor estudiante de la EBAU en 2024 con 9,97 en la fase general y 13,975 en la específica.
LA MEJOR NOTA EN LA EBAU DEL 2024

«Fui con miedo, pero, cuando llegué, los exámenes eran más fáciles que los de Bachillerato»

La estudiante de Enfermería Candela Jiménez recomienda «tranquilidad» ante el examen de este martes tras haber obtenido la mejor nota el año pasado

Ángel Benito

Salamanca

Lunes, 2 de junio 2025, 06:00

Candela Jiménez obtuvo la nota más alta de la EBAU en el distrito universitario de Salamanca el pasado curso. En la fase general logró un 9,97, a solo tres centésimas de la perfección absoluta; y en la fase de subida de nota alcanzó un 13,975, lo que le habría permitido acceder a cualquier grado de los ofertados por la Universidad de Salamanca o por cualquier otra institución educativa del país. Optó por quedarse en Ávila, en el campus de la Universidad, para estudiar Enfermería, una profesión en la que ha descubierto muchas nuevas vías que desconocía. Un año después de realizar un examen casi perfecto, recomienda «tranquilidad» a los jóvenes que se presentarán a la PAU, así como evitar «los atracones de última hora».

¿Cómo le ha ido en su primer año en la Universidad?

—Bien. Estoy muy contenta porque ha sido mejor de lo esperado y me he dado cuenta de que acerté con mi elección. Estoy comprobando que la Enfermería es mucho más amplia y abarca campos que yo ni siquiera imaginaba que existían. Esto me genera aún más dudas sobre hacia dónde dirigir mi futuro, ya que este año nos han dado una visión más general. He descubierto el ámbito de la investigación en Enfermería, que me ha abierto aún más el abanico. Fue una decisión muy acertada estudiar Enfermería en Ávila, en mi casa, en la Universidad de Salamanca.

Pasado el tiempo, ¿ha encontrado las claves para haber hecho unos exámenes casi perfectos? ¿Cuáles son?

—Lo primero, tranquilidad. Sé que es difícil decirlo porque te llevan hablando de estos exámenes todo el año, igual que de tu futuro. Pero está claro que ayuda llegar tranquilo, porque rindes mejor. Y, aunque parezca obvio, los días previos y los del examen es importante dormir bien, porque eso compensa más que aprenderse un tema más.

¿No se pegó atracones de estudio entonces para la EBAU?

—Se estudia mucho, pero no sirve de nada aprender cosas nuevas la noche antes. Es mejor ser constante, y la mayoría lo son, porque 2.º de Bachillerato es un curso que requiere esa constancia. Si han llegado a examinarse de esta prueba, es porque lo han hecho bien a lo largo del año.

¿Tuvo que recurrir a la cafeína?

—Fui sin probar la cafeína. Tomé un café uno de los días que estaba estudiando y me puse muy nerviosa. Si ya de por sí ese día estás de los nervios, si le sumas cosas a las que no estás acostumbrada, va a ser peor.

¿Tuvo miedo ese primer día?

—Sí, sí iba con miedo. Pero, tras haber hecho el examen y comentarlo con el resto de los compañeros, llegamos a la conclusión de que los exámenes que habíamos hecho durante el curso eran más difíciles que los de la EBAU. Llevábamos nueve meses trabajando sobre lo mismo.

¿La presión por el futuro y por entrar en la titulación deseada también influye en esos nervios?

—Lo más probable es que el examen salga bien, porque si has preparado bien el Bachillerato, será más fácil. Sin embargo, si no se alcanza la nota deseada, hay muchas alternativas para llegar al mismo sitio. No hay un único camino para lograrlo. Sacar una mala nota no debe alejarte de tus objetivos.

¿Qué le tranquilizaba los días previos a los exámenes?

—Sacar un rato para desconectar o hacer algo de deporte, aunque fuera poco, para no estar pensando todo el rato en ello. También me ayudó comentar mis inseguridades con mis amigos. Compartirlo en grupo ayuda a desmitificarlo. Escuchar música también me ayudaba a desconectar.

¿Usó algún truco para ganar confianza a la hora de enfrentarse a los exámenes?

—Me ayudó mucho hacer exámenes de otros años. Me ponía una hora límite, un contador, y probaba a ver si me daba tiempo a terminar, sobre todo en los comentarios de texto o preguntas de desarrollo. Con Historia, Lengua o Filosofía practiqué escribir rápido para ver cuánto tardaba en desarrollar una respuesta, y así planificar cuánto tiempo dedicar a cada parte. Comprobé, por ejemplo, que no podía extenderme más de 16 o 17 minutos por pregunta. Es muy importante respetar los tiempos, leer bien lo que se pregunta y tomarse unos minutos para razonar.

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