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EÑE y Javier Hernández
Santa Marta de Tormes
Miércoles, 23 de agosto 2023, 07:34
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La invasión de murciélagos que sufre el centro de salud de Santa Marta de Tormes ha generado cierta controversia entre quienes recalcan que el murciélago es una especia protegida que no se puede atacar, y los que defienden que el usuario de un centro de salud debería estar más considerado que un animal.
De hecho, el sindicato médico CESM está valorando la opción de «elevar una queja en el comité de seguridad de riesgos laborales para que, al menos se haga un estudio de salud que determine si la presencia de esos animales puede ser peligrosa para los pacientes y para los trabajadores», explica el presidente del sindicato en Salamanca, Ángel Bajo.
En todo caso no habría una reacción inmediata, dado que la próxima reunión de los responsables de la sanidad salmantina no está prevista hasta finales de septiembre.
Los profesionales del centro explican que este problema se viene arrastrando desde hace más de un año: decenas de murciélagos se cuelan por pequeñas grietas que hay en la fachada y anidan en los conductos del edificio.
Sacyl contrató a una empresa especializada para librar al edificio de estos animales, pero lo primero que comunicaron es que el murciélago es una especie muy protegida y no se puede llevar a cabo ninguna acción que comprometa la vida del animal.
Lo que se ha hecho es sellar todas las grietas que se han encontrado en el exterior del edificio -sobre todo alrededor de las ventanas- para que no entren más animales y para que los que ya hay en el interior se vean obligados a salir si quieren alimentarse. Es en este momento -cuando salen de los conductos de aire acondicionado y otros refugios- cuando se aprovecha para abrirles puertas y ventanas y favorecer que se marchen.
«Cada día aparecen decenas y sigue habiendo bastantes, aunque cada vez menos», reconocen usuarios del centro de salud.
La Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y la Biodiversidad contiene un listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, donde el murciélago ocupa un lugar destacado.
Se trata de un animal que juega un papel clave en el control de los insectos. Se calcula que cada ejemplar puede comer hasta 3.000 insectos en una noche, pero es que también desarrollan un papel importante como polinizadores y fertilizadores.
1 SIN ATAQUES
La Gerencia de Primaria asegura que ninguno de los murciélagos ha protagonizado ataques a personas durante los meses -o años- en los que ha existido este problema. «Es desagradable, indudablemente, pero ha habido ningún incidente».
2 BENEFICIOSOS
La idea que Sanidad traslada de los especialistas en plagas es que «los murciélagos generan un gran beneficio al ecosistema porque comen cientos o miles de insectos cada día y limpian el ambiente de otros animales que también son vectores de enfermedades contagiosas para los humanos».
3 VARIAS DECENAS
La idea que Sanidad traslada de los especialistas en plagas es que «los murciélagos generan un gran beneficio al ecosistema porque comen cientos o miles de insectos cada día y limpian el ambiente de otros animales que también son vectores de enfermedades contagiosas para los humanos».
En la Consejería de Sanidad comprenden que los usuarios del centro de salud se sientan contrariados, pero están hasta cierto punto atados de manos.
La pregunta es hasta qué punto puede ser nociva la presencia de tantos murciélagos en un centro sanitario. Se conoce que pueden transmitir enfermedades como la rabia, el ébola y otros peligrosos virus, pero solo en el caso de que el propio animal esté infectado, lo cual no es común en todas las zonas del planeta.
«También están los excrementos que generan tantos murciélagos juntos, y más si lo hacen en el aire acondicionado», apuntan los trabajadores. En este sentido el mensaje que se transmite desde la Gerencia de Atención Primaria de Salamanca es de tranquilidad y de optimismo por la evolución de los trabajos que se iniciaron hace ya varias semanas.
Luis Javier González, gerente de Atención Primaria de Salamanca, que visitó el centro de salud de Santa Marta, quiso enviar «un mensaje de tranquilidad a los trabajadores y pacientes porque no se trata de un problema de salud pública».
González Elena explicó que «es un problema de hace años y parecía que habían desaparecido, pero al estar tan cerca del Tormes, donde hay insectos de los que se alimentan, ahora hay una población mayor en general y buscan anidar cerca del río».
«Estamos muy limitados a la hora de tomar medidas porque no podemos tocarlos ni atacarlos, lógicamente, al ser una especie protegida. Tan solo evitar que entren, pero al mismo tiempo dejarles alguna salida, porque si lo cerramos todo tampoco podrán salir y es complicado», apuntó.
En el proceso de ir cerrando todas las posibles vías de entrada al centro de salud de Santa Marta se están utilizando distintos materiales en función de la zona. Desde espumas de poliuretano hasta siliconas o rejillas. «El cierre tiene que ser paulatino. Es decir, no nos permiten cerrarlo todo de golpe porque entonces no les dejaríamos salir y tenemos que permitir que vayan abandonando el edificio. Van cerrando de una forma equilibrada», explica Luis Javier González Elena.
La empresa contratada para gestionar este problema ha insistido en que no se pueden tocar ni manipular animales «vivos ni muertos». «Solo deben hacerlo manos especializadas».
A lo largo de la jornada también acudieron al centro de salud de Santa Marta representantes de Medio Ambiente de la Junta, que trabajan de forma conjunta con Salud Pública, Sanidad y la Dirección General de Infraestructuras en busca de una solución a este episodio.
El gerente de Atención Primaria de Salamanca, Luis Javier González, quiso enviar «un mensaje de tranquilidad a los trabajadores y pacientes porque no se trata de un problema de salud pública».
González Elena explicó que «es un problema de hace años y parecía que habían desaparecido, pero al estar tan cerca del Tormes, donde hay insectos de los que se alimentan, ahora hay una población mayor en general y buscan anidar cerca del río».
«Estamos muy limitados a la hora de tomar medidas porque no podemos tocarlos ni atacarlos, lógicamente, al ser una especie protegida. Tan solo evitar que entren, pero al mismo tiempo dejarles alguna salida, porque si lo cerramos todo tampoco podrán salir y es complicado», apuntó.
La empresa contratada para gestionar este problema ha insistido en que no se pueden tocar ni manipular animales «vivos ni muertos». «Solo deben hacerlo manos especializadas».
En la mañana de ayer también acudieron al centro de salud de Santa Marta representantes de Medio Ambiente de la Junta, que trabajan de forma conjunta con Salud Pública, Sanidad y la Dirección General de Infraestructuras en busca de una solución a este episodio.
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