Borrar
Un joven muestra a los asistentes cómo se deletrea su nombre en lengua de signos. LAYA

Manos que piden voz

La comunidad sorda hace una llamada a la inclusión bajo el lema 'Las lenguas de los signos nos hacen más fuertes', respaldada con la iluminación en turquesa de la fuente de la Puerta de Zamora

Paola Gómez

Salamanca

Sábado, 14 de junio 2025, 20:18

La Plaza del Liceo se convirtió ayer en el epicentro de la celebración del Día Nacional de las Lenguas de Signos Españolas. La mañana ofreció una programación llena de talleres dirigidos a todos los públicos: juegos para niños, canciones, cuentos visuales y sesiones de aprendizaje básico de Lengua de Signos Española.

«No hay una inclusión real, y es por eso que este día es una forma de decir que existimos, que estamos aquí y que tenemos una lengua que es nuestra y no siempre es respetada», explicó Álvaro Moreno, uno de los jóvenes presentes.

Entre los ejes centrales de la jornada destacó la denuncia de la falta de apoyos en el sistema educativo. «Si un niño no tiene lengua de signos, no tiene acceso real al mundo», señalaron durante el acto. Por ejemplo, Milana Vidal es una niña que asiste tres veces a la semana a clase con apoyo de una intérprete. Además, cuenta con una profesora de apoyo. «Cuando no llevo audífonos, me duele», comentó la niña.

Conchi Martín fue otra de las voces que defendió el derecho a una comunicación sin barreras. «Hay una ley que reconoce la lengua de signos, pero en realidad faltan intérpretes y apoyos. Si queremos ir al médico o a un concierto, ¿por qué tenemos que quedarnos fuera?», señaló con firmeza.

Asociaciones como ASPAS Salamanca o el Centro Cultural de Signos continúan trabajando para garantizar una inclusión efectiva. «La lengua de signos es un idioma muy importante, como el francés o el inglés. Tiene su propia gramática, cultura y merece respeto», expresaron desde la iniciativa.

Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lagacetadesalamanca Manos que piden voz