Manifiesto del Día contra la Violencia: «El machismo se está instalando con fuerza entre los jóvenes»

«La educación y la formación son dos pilares fundamentales para acabar con las desigualdades entre hombres y mujeres para erradicar la violencia machista». El personal técnico del Centro de Información y Asesoramiento a la Mujer (CIAM) fue el encargado de pronunciar un manifiesto por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer con el foco puesto en los más jóvenes. «Nos preocupa especialmente como este tipo de violencia, en vez de retroceder, se está instalando con fuerza entre la juventud», alertaron ante unos adolescentes que cada vez están más expuestos a nuevas formas de violencia entre las que citaron el control en las redes sociales. «La situación actual requiere de un esfuerzo mayor para atajar estos comportamientos», advirtieron ante el «uso irresponsable de internet» que expone a la parte más joven de la sociedad a formas graves de vulnerabilidad y violencia como la explotación sexual o el consumo de pornografía.

La Plaza Mayor se llenó de pensamientos morados, repartidas por Viveros El Arca de Asprodes, para escuchar las reivindicaciones, la música del Coro Meraki de la Escuela de Música Sirinx e incluso el minuto de silencio que se guardó en recuerdo de todas las víctimas asesinadas por la lacra de la violencia machista. 52 mujeres este año en España. 1,237 desde 2003 y los 428 huérfanos que han dejado estos asesinatos. Más allá de cifras. Rostros visibles como el de Charo, asesinada en Béjar en el mes de agosto a manos de su pareja. «Los maltratadores no tienen cabida en nuestra sociedad», señalaron.

La declaración contó con el apoyo del alcalde, Carlos García Carbayo, representantes de PP y PSOE, diputados, senadores y miembros de las Fuerzas Armadas. Los ediles de Vox asistieron pero permanecieron fuera del área reservada a las instituciones. Tras la lectura del manifiesto, también tomaron la palabra los estudiantes del Máster Universitario de Estudios Interdisciplinares de Género de la Universidad de Salamanca. Fueron los encargados de recordar que los derechos de las mujeres «siempre han estado en el último lugar» y que el modo de perpetuar la discriminación se basa en «convertir a las víctimas en culpables». Por ello, alertaron de la «normalidad» de los maltratadores y la «doble cara, comportamiento y moral» y la importancia de la «denuncia». «No bajes la guardia, no des segundas oportunidades», pronunciaron los jóvenes tras insistir en la educación como arma frente al machismo.

A pesar de que los universitarios reconocieron que la liberación es «lenta, silenciosa y pacífica», invitó a implicarse a hombres y mujeres para lograr el objetivo de acabar con «un terrorismo tantas veces invisible, que es la violencia de género».

Y es que alertaron de que solo con las leyes no es suficiente para erradicar esta lacra. «El silencio nos hace cómplices». Al igual que en el manifiesto inicial, los jóvenes invitaron a prestar atención a las «pequeñas y casi imperceptibles formas de control y abuso de poder, que restringen y violentan reiteradamente el poder personal y la autonomía de las mujeres». Así, calificaron la violencia de género como un problema de «primer orden» en el que el Estado debe procurar la «ayuda integral» a las mujeres víctimas de violencia de género para garantizar su seguridad.

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