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Bañistas abandonando las piscinas municipales de Garrido. ALMEIDA
La «mafia» de las tumbonas en las piscinas salmantinas

La «mafia» de las tumbonas en las piscinas salmantinas

Bañistas de las instalaciones municipales denuncian el abuso de sillas y tumbonas por parte de algunos usuarios, quienes acaparan un gran número de elementos del mobiliario desde primera hora de la mañana

Alejandro Cerezal

Domingo, 25 de agosto 2024, 11:33

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A falta de playa, las piscinas municipales se convierten en uno de los lugares más frecuentados por los salmantinos en esta época del año. Familias, parejas, grupos de amigos... todos acuden diariamente a refugiarse del calor y pasar un rato agradable.

No obstante, lejos de convertirse en un oasis, estos lugares pueden acabar siendo un frente de batalla. En concreto, el empleo del mobiliario de estos recintos supone, en muchas ocasiones, motivo de disputa entre los usuarios que luchan por conseguir sus tumbonas y butacas, insuficientes para la afluencia de gente. Entre estas se encuentran las piscinas de Garrido, en las que distintas fuentes vecinales aseguran que siempre son las mismas personas quienes ocupan las comodidades a primera hora de la mañana y hacen un uso incorrecto de ellas.

María José Marcín y Sonia García son dos de las usuarias habituales en este vaso. «Hay gente que utiliza las sillas para jugar a las cartas. Personas que cogen tumbonas para cuando vengan más tarde los niños y luego no las utilizan», comentaban ambas acerca de la situación en las piscinas del barrio. «Reservar» tumbonas durante todo el día se ha convertido en una práctica común en las piscinas salmantinas, tumbonas que en muchas ocasiones solo se emplean para dejar bolsos y objetos personales de los usuarios, o que incluso son maltratadas por algunos bañistas.

La carrera por acaparar el mayor número de elementos disponibles comienza a las once de la mañana, sin cesar prácticamente hasta la hora de cierre, y se da una gran rivalidad entre los bañistas. «Una señora me dijo: ¿no dejas ya la silla libre?», apuntó también Sonia sobre una de las tardes en las que pudo disfrutar del mobiliario.

Solo unos pocos consiguen experimentar la comodidad de estos objetos, aunque la simpatía y los contactos adecuados pueden asegurar un puesto entre los privilegiados. Tal y como aseguran algunos habituales de los vasos de Garrido, siempre son los mismos usuarios los que consiguen tumbonas y se las ceden entre ellos. Mientras que para aquellos que no puedan acudir antes del mediodía solo hay dos opciones: echar las toallas al suelo o cargar con las sillas desde casa, una estampa muy repetida entre familias. La empresa encargada de las piscinas municipales en Salamanca, Piscis, ha renovado más de 100 tumbonas para este verano. No obstante, se trata de un servicio «extra» que la empresa implementa a cada recinto, dado que no existe una obligación contractual de poner a disposición de los usuarios estas comodidades. Aún así, la empresa lamenta el abuso llevado a cabo por algunos usuarios, y apelan al civismo y a un uso responsable de estos elementos, así como del conjunto de las instalaciones salmantinas.

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