El lujo de presenciar Salamanca desde el aire

La subida a Ieronimus y a Scala Coeli es una experiencia única. Es una forma diferente de disfrutar del patrimonio histórico de Salamanca. Ambas visitas se han convertido en un referente en la oferta turística de la ciudad charra.

Desde su inauguración, más de dos millones de personas han disfrutado de las vistas. La Catedral y la Clerecía constituyen los emblemas más importantes y relevantes de la ciudad. Desde la distancia, definen su perfil, la línea del horizonte y, desde cerca, imponen a quien se atreve a mirar hacia arriba. Ambos monumentos se han convertido en referentes culturales. Desde las torres, hay una visión de 360º de la ciudad charra, pudiendo disfrutar de los entresijos de las callejuelas. Y el recorrido por el interior de estos dos monumentos nos permite conocer la historia de la ciudad, disfrutar de su construcción y adentrar al turista en sus siglos de historia.

Sus terrazas y atalayas son un privilegiado mirador del conjunto de la ciudad charra. Muchos visitantes aprovechan para disfrutar de los rayos del sol mientras contemplan la grandeza de la ciudad. Las familias que vienen a visitar Salamanca por primera vez destacan «sus calles antiguas, son encantadoras, y el color de sus paredes mágicas», comentan Naimak Salen y su familia que viajan desde Brasil. Desde lo alto de La Clerecía, no dudan que volverán a la ciudad charra con el resto de su familia.

En los meses de verano, especialmente en octubre, llega un aluvión de turistas. El turismo internacional arrasa frente al nacional, tal y como destacan las trabajadoras de las exposiciones. Salamanca acoge a miles de visitantes en especial a familias de Holanda, Portugal, Alemania, Italia, Francia e incluso gente del otro lado del charco. Todas estas familias llegan buscando el buen tiempo y el calor que muchas veces no encuentran en sus países de origen.

En cambio, en el turismo nacional, encontramos sobre todo gente de Cataluña, Galicia y Andalucía. En el turismo nacional, al igual que ocurre en el internacional, se centra sobre todo en un turismo familiar. Nos encontramos con visitantes mayoritariamente de costa que deciden hacer turismo cultural por el interior, como le ocurre a Diego Bellas y su familia. Visitan Salamanca desde As Pontes (Coruña) y comentan mientras se adentran en Ieronimus: «Buscábamos camping de interior y Salamanca tenía mucho que ver, por eso hemos venido aquí». El patrimonio cultural convierte a Salamanca en un destino óptimo para los que prefieren interior. «Nos gusta ver todo lo que tiene que ver con Catedrales, el resto vamos a ir viendo sobre la marcha, pero las Catedrales nos han gustado mucho», aseguran. Para ellos, la visita a los miradores es parada obligatoria. No pueden perderse el gozar de estos monumentos mientras disfrutan de unas vistas que impresionan.

Los turistas disfrutan del patrimonio salmantino y lo valoran de forma muy positiva. «Salamanca es monumental, sobre todo lo bien conservado que están los edificios y el casco histórico. Se nota que se cuida y se invierte», comenta Cesca García, junto a su marido, en Scala Coeli. Para él, «lo más importante es haber puesto peatonal todo el casco histórico y así poder disfrutarlo mejor».

Ambas exposiciones recogen diariamente a multitud de visitantes que quieren disfrutar de unas vistas únicas de la ciudad y todos coinciden en lo espectacular de la vista.

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