Los vinos de la Sierra de Francia se ponen de largo en el Casino

El presidente abrió el acto, este año animado con una pantalla gigante y vídeos promocionales para presentar el trabajo de un año “con la convicción y el respaldo de la certeza de la labor bien ejecutada”. Recordó que la denominación ha vivido un antes y un después en el momento en que los bodegueros han visto que tenían entre manos un vino peculiar por los suelos y las variedades. “Hemos intentado sacar el máximo partido a eso que nos hace únicos”. En relación a los aranceles del 25% para exportar a Estados Unidos Maíllo echó mano del viejo refrán castellano que dice que “cuando una puerta se cierra otra se abre” y recordó el potencial que hoy en día existe en China, con un mercado “inmenso por descubrir”.

En cuanto a otros destinos interesantes para Sierra de Salamanca, el presidente destacó el norte de Europa, sobre todo Suecia, Noruega, Dinamarca y Países Bajos. Sobre el mercado español, reconoció que los vinos de la Sierra tienen espacio, “pero es más menudeo, en exportación es donde está el turrón”. Con una producción que ronda las 400.000 botellas y la calificación este año de 250.000 kilos de uvas, el marchamo ha propiciado que se plante viñedo en la Sierra y que se incluya como uva calificable la uva la rufete blanco, “si no es el próximo año será el siguiente”.

Maíllo no olvidó el proyecto de la Denominación con el que pretende crear un dossier de viñas disponibles y al servicio de profesionales que quieran hacer vino de calidad.

600 personas acudieron al acto para catar las novedades de las añadas, entre los que destacó Jorge Llorente, viceconsejero de Desarrollo Rural. Subrayó el potencial de la Sierra basado sobre todo en la variedad rufete. “Una riqueza que se une a la profesionalidad de los bodegueros que saben manejar la fineza de los vinos que hoy se han vestido de largo, uniendo innovación y tradición”.