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Domingo, 10 de julio 2022, 18:25
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La historia se repite. Hace poco más de un mes saltó la noticia: el Consorcio Europeo para Perforaciones de Investigación Oceánica expulsó a España de sus campañas después de cinco años de impagos, poniendo en serio riesgo los proyectos de investigación de este ámbito del conocimiento. Ahora es el Centro Internacional de Matemáticas Puras y Aplicadas (CIMPA) el que se plantea echar a España si no paga las cuotas que debe, lo que afectará al medio centenar de investigadores del Departamento de Matemáticas de la Universidad de Salamanca, al igual que a los del resto de instituciones académicas y centros de investigación españoles.
“Es una cuestión de participación, liderazgo y prestigio”, resume el director del Departamento de Matemáticas, Francisco J. Plaza.
La voz de alarma la ha dado la Real Sociedad Matemática Española, aunque aseguran que los ministerios de Ciencia e Innovación y de Universidades tienen voluntad de arreglarlo.
La cuota a pagar asciende a 30.000 euros y, según confirma Francisco J. Plaza el Gobierno paga solo una parte, pues el resto lo asume el Comité Español de Matemáticas (Cemat). Las sociedades matemáticas han cumplido con sus compromisos de financiación, sin embargo, los impagos del Gobierno se remontan a 2019 y, pese a los reiterados llamamientos por parte de los matemáticos españoles, que se manifiestan “profundamente avergonzados”, el Gobierno ha hecho oídos sordos. El último “tirón de orejas” fue esta semana durante la asamblea general del CIMPA. “La aportación de 30.000 euros es una cifra misérrima porque el propio Comité de Matemáticas ya pone una parte”, insiste el representante de los matemáticos de la Universidad de Salamanca.
El Gobierno tiene de plazo hasta enero para cumplir con sus compromisos económicos con el CIMPA, centro de investigación de la UNESCO dedicado a la promoción de la investigación matemática en especial en países en desarrollo. Su principal actividad es la promoción de escuelas de investigación y cursos de formación, pero también financia becas para que los matemáticos completen su formación en centros de prestigio. Si España se queda fuera, sus investigadores no disfrutarán de estas ventajas ni podrán “codearse” con los mejores en sus foros de discusión.
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