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Bañistas en el Tormes. ARCHIVO
Las muertes por ahogamiento en Salamanca, en alza

Las muertes por ahogamiento en Salamanca, en alza

Las personas fallecidas por sumersión accidental en Salamanca han repuntado un 52%. Las autoridades piden extremar las precauciones, vigilar a los menores y que los ancianos se bañen acompañados

Martes, 9 de julio 2019, 17:49

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La temporada de baño se inició este 2019 en Salamanca con dos trágicos sucesos, ambos en piscinas privadas del barrio Huerta Otea donde perdieron la vida por ahogamiento dos mujeres mayores de 80 años. Desde hace años la cifra de personas fallecidas por sumersión accidental en espacios acuáticos va a más y mantiene a Castilla y León como la comunidad de interior con más víctimas por esta causa. Según corrobora la Federación de Salvamento y Socorrismo, el perfil de la víctima es un hombre (60%), de nacionalidad española (90%), mayor de 75 años (50%), que ha perdido la vida en un río (40%) y en la totalidad de los casos en zonas sin servicio de atención, vigilancia y socorrismo.

En Salamanca, los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) también constatan esa tendencia de ahogamientos en aumento: 225 en una década (aquí se incluyen otros que no se dan en espacios acuáticos, como pozos) y un repunte del 52%, pasando de los 21 de 2008 a los 32 de 2017 (último año con registros). Llama la atención que siempre se ha mantenido en una cifra estable de entre 20 y 26 fallecidos anuales por sumersión, y en 2017 asciende notablemente a 32. En lo que se refiere a los puntos negros de la provincia de espacios acuáticos, la pesquera de Ciudad Rodrigo, la zona de baño de Puente Congosto, el pantano de Santa Teresa y piscinas privadas son las zonas que acumulan la mayor parte de víctimas de la última década en Salamanca.

Ante el repunte de ahogamientos que no cesa, las autoridades sanitarias siguen insistiendo en evitar los riesgos en el agua, sobre todo en verano y en zonas de baño sin vigilancia. En este sentido, recuerdan que el control de los menores es responsabilidad de sus padres o familiares adultos y no del socorrista cuyo trabajo es el salvamento acuático cuando sea necesario. Se aconseja a las personas mayores o con problemas de salud que siempre se bañen acompañadas y que si una persona se encuentra cansado o siente frío salga inmediatamente del agua. Muy importante también evitar tirarse desde grandes alturas, en ríos, pozas o piscinas naturales de poca profundidad o sin conocer si existen rocas en el fondo.

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