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Trabajo de restauración de “La matanza de los inocentes”.
Las joyas pictóricas del siglo XVII que ha rescatado la Catedral

Las joyas pictóricas del siglo XVII que ha rescatado la Catedral

“La matanza de los inocentes” y “La expulsión de los mercaderes”, dos de los cuadros más degradados de la basílica, presentaban agujeros y desgarros y habían perdido policromía

Lunes, 6 de diciembre 2021, 18:23

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En 2013, a través de LA GACETA, el coordinador del V Centenario de la Catedral, Mariano Casas, alertó de la “urgencia” de restauración que exigían “La matanza de los inocentes” y “La expulsión de los mercaderes del templo”, y hacía una llamamiento al “mecenazgo privado”. El grave deterioro que sufrían estos dos cuadros de la escuela napolitana del siglo XVII y atribuidos a Mico Spadaro, podía hacerlos “irrecuperables” y perder así todo su valor. Pero la falta de fondos del Cabildo ha impedido su rehabilitación hasta hoy. El deán, Antonio Matilla, confirma que son dos de las piezas de la seo que se encontraban en peor estado de conservación, entre otros motivos, por la mala calidad de la tela utilizada. Por ello, con autorización de la Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, las dos joyas pictóricas de la escuela italiana se encuentran ya en el taller de restauración y en unos meses volverán rejuvenecidas a la capilla de Jesús Nazareno de la basílica.

“El estado de conservación era muy malo. Tenían desgarros en la tela y habían perdido la policromía”, apuntan Carmen Diego Espinel y Carmina Fernández Bermejo, las restauradoras. Además, la tela napolitana que se empleó hace cuatro siglos no era de muy buena calidad. Posee una trama muy abierta, lo que ha contribuido a su degradación. “La matanza de los inocentes” —de 197 por 147 centímetros— era la más dañada, con ocho desgarros, mientras que la otra obra, de las mismas dimensiones, tenía uno. A la pérdida de la película pictórica, se sumaba que los cuadros tenían unos bordes muy escasos, por lo que las restauradoras, además de cambiar los bastidores por otros con cuñas, han tenido que colocar unas bandas perimetrales para poder tensarlos. “La limpieza también nos ha llevado mucho tiempo. Ha sido muy minuciosa porque estaban muy oscuros con un barniz muy oxidado, y el cambio ha sido espectacular. Antes el tono que presentaban eran muy ennegrecido y opaco, pero ahora han salido unos colores muy vivos. Los rojos... Los blancos del fondo en «La expulsión de los mercaderes» dan mucha luz a la obra”, explica Carmina Fernández. “Va a llamar mucho la atención la viveza de los colores”, añade apuntando que aún quedan semanas hasta concluir el trabajo.

Hace casi una década que LA GACETA alertó sobre su mal estado, pero la falta de fondos impedía restaurarlos

Tanto Antonio Matilla como Carmen Diego señalan que, aunque las obras no son de un autor de primera línea, su valor reside no solo en su procedencia napolitana, sino también en la calidad del dibujo y en la expresión de sus personajes, como el sufrimiento de las madres al arrebatarles a sus hijos. “Son dos cuadros muy interesantes que estaban en una capilla un poco olvidada. En el momento que se coloquen y se limpien los dorados que los rodean van a llamar mucho la atención”, señalan las restauradoras.

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