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Instalaciones de Textiles Acosta en Ciudad Rodrigo, una de las empresas contactadas. CASAMAR
Las fábricas textiles de Salamanca, un salvavidas en tiempos del coronavirus

Las fábricas textiles de Salamanca, un salvavidas en tiempos del coronavirus

Las administraciones han pedido a fábricas textiles de Salamanca que elaboren mascarillas y se han puesto en contacto con costureras. El personal sanitario está fabricando las suyas

M.D

Miércoles, 25 de marzo 2020, 10:41

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La carestía de material de protección básico como mascarillas, geles o guantes ha llevado a las administraciones a buscar soluciones lo más cerca posible. Si los proveedores tienen dificultades para encontrar mercancía y suministrarla, y la poca que tienen la requisa el Gobierno para un posterior reparto que va más lento de lo deseable, la solución puede estar en aprovechar la industria textil de la provincia para que fabriquen esos artículos tan demandados. De ahí que en las últimas horas se hayan sucedido los contactos con empresas para sondear qué posibilidades tienen de adaptar su sistema de fabricación a un producto muy necesario actualmente, las mascarillas.

La Diputación ha sido una de las que ha dado un primer paso, al plantear a la empresa Textiles Acosta si pueden confeccionarlas. La empresa asentada en Ciudad Rodrigo comenzó la pasada semana estudiar las posibilidades. Su gestor, Miguel Ángel Acosta, reconoce que elaborar mascarillas representa un reto, ya que han de cambiar su sistema de trabajo —se dedican a la fabricación de ropa como sábanas, toallas, batas...—, pero la ocasión lo requiere. “Aunque implica un cambio grande, se trata de una cuestión muy urgente, por lo que lo vamos a intentar”, afirma.

No es la única empresa que ha recibido propuestas para la fabricación de mascarillas. En Béjar también se han producido contactos en los últimos días para conocer las posibilidades de elaborar el producto allí. En este caso, las industrias señalan que existen más dificultades, porque ellas trabajan habitualmente con un tipo de tela que no suele utilizarse para las mascarillas. Pese a ello, siguen a la espera de noticias. La búsqueda de soluciones por la falta de abastecimiento va incluso a un nivel más cercano, con iniciativas con las costureras salmantinas. Estas profesionales esperan que les digan el tipo de tela y la estructura de las mascarillas que necesitan para confeccionarlas y entregarlas al hospital.

Precisamente, el personal sanitario de Salamanca tampoco se ha quedado con los brazos cruzados en una situación tan comprometida. Ellos son los más conscientes de la escasez de material de protección contra el coronavirus, por lo que los propios profesionales están elaborando mascarillas quirúrgicas para trabajar con seguridad.

Miguel Ángel Acosta (Textiles Acosta): “La cadena de suministro está rota”

La empresa que dirige está dedicada a la fabricación textil y al reparto de material de protección laboral, sobre todo a residencias. El coronavirus también está exigiendo a este sector un enorme esfuerzo para atender tantos pedidos en un contexto inédito hasta ahora.

–¿Cómo calificaría la situación?

–Complicada. Nuestros proveedores no nos pueden suministrar material, por lo que no tenemos suministros de protección laboral, sobre todo para residencias.

–¿Cuál es el producto que es imposible encontrar en el mercado?

–Te diría que innumerables. Mascarillas, guantes, ropa desechable como batas, calzas, cubrecabello o buzos para el tema de desinfección de lugares públicos.

–¿Esos productos se fabrican en España o llegan de fuera?

–Más de la mitad de ese material proviene de fuera. El problema es que el Gobierno ha requisado este tipo de productos, por lo que nuestros proveedores no nos pueden vender.

–¿La situación de residencias de mayores es preocupante?

–Sí. En otros centros de trabajo se pueden arreglar de una manera u otra, pero en los centros de ancianos tienen un alto riesgo de contagio, por lo que los trabajadores de esas residencias son los que más deben contar con equipos de protección.

–¿Hay previsión de que los proveedores tengan existencias?

–A corto plazo no esperamos que entre mercancías. Y aunque entre, los proveedores pueden tener problemas si nos la venden a nosotros.

“Más de la mitad del material viene de fuera. El problema es que el Gobierno ha requisado todos los productos, por lo que los proveedores no nos pueden vender”

–¿Cuántas llamadas habéis recibido en los últimos días?

–Solo a mi móvil he podido recibir entre 100-150 llamadas. Nosotros no solo vendemos a Salamanca también al resto del país.

–¿Se corre el riesgo de que se rompa la cadena de suministro?

–Yo creo que ya está rota. Me acaban de llamar para pedirme guantes y no tengo. Y aunque tuviera, no iba a dar abasto, porque es un problema del país.

–¿El Gobierno os ha dado alguna instrucción?

–No tenemos ninguna notificación, salvo que si teníamos stock, que lo comunicáramos entre el lunes y martes. El fin de semana sí que tuvimos muchos pedidos y casi agotamos todas las existencias.

–¿La situación es crítica?

–Sí. Si los distribuidores tuviéramos género, seríamos rápidos en suministrar a las residencias. Pero ellas ahora tienen que pedirlo a la administración y eso implica unos pasos, que aunque los intenten agilizar, tardan más.

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