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Beatriz Galindo “La Latina” y Lucía de Medrano.
Las dos mujeres que merecen un medallón en la Plaza Mayor

Las dos mujeres que merecen un medallón en la Plaza Mayor

Grande del Brío devuelve a “La Latina” el papel de maestra de Isabel la Católica | Ana M. Carabias sostiene que solo fue su criada | El Ayuntamiento no ha decidido si apuesta o no por las efigies

Jueves, 2 de enero 2020, 19:34

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Ramón Grande del Brío, doctor en Historia además de naturalista, sostiene que Beatriz Galindo “La Latina” y Lucía de Medrano, dos mujeres del siglo XVI, reúnen méritos suficientes para contar con sendos medallones en la Plaza Mayor, un proyecto municipal que se enfrió con el informe y las publicaciones de Ana María Carabias, profesora de la Universidad de Salamanca.

Pero Grande del Brío quiere, como don Quijote, “desfacer entuertos”, reivindicando el “valor humanístico y cultural de esas dos figuras excelsas” y, demostrando, además, que ambas eran salmantinas, aunque siempre se ha atribuido a Lucía de Medrano un nacimiento en Atienza (actual Guadalajara y Soria hasta 1883). En enero quiere publicar un libro con sus conclusiones y, además, enviará un informe tanto al Ayuntamiento como a la Comisión de Patrimonio de la Junta.

Tanto en el caso de “La Latina” como en el de Lucía de Medrano, sostiene el doctor en Historia, han sido leídas incorrectamente las fuentes manuscritas en latín, lo que ha producido “el lógico desbarre en la interpretación del contenido de las mismas”.

En lo que se refiere a Beatriz Galindo, afirma Grande del Brío que sí fue maestra de Isabel la Católica. “Y así lo indican”, subraya, “todas esas fuentes manuscritas que yo he consultado y que parecen ignorar todos cuantos autores se han ocupado de “La Latina”. De hecho, no conozco ni un solo autor moderno que las cite. Y todos ellos, sin excepción, han traducido descabaladamente, los textos que aluden a esta mujer”. “Desde Antonio de la Torre, que publicó en 1920 su artículo sobre Beatriz de Galindo, la mala traducción y la mala transcripción es el principal hándicap”, a su juicio, entre los historiadores.

“En cuanto a Lucía de Medrano”, prosigue Ramón Grande del Brío, “la han querido hacer proceder de una familia nobiliaria radicada en la provincia de Soria. Concretamente, se ha dicho que aquella se habría llamado, en realidad, Luisa Bravo y que su padre habría sido Diego López de Medrano. Esto es algo que, pretendidamente, averiguó la investigadora alemana Teresa Oettel, quien trazo una semblanza genealógica de la familia Medrano, de la que, como ya he dicho, Lucía formaría parte. Sin embargo, Oettel ignoró aquellos documentos de comienzos del siglo XVI, en vida de Lucía de Medrano, en los que se alude a varios personajes como Francisco de Medrano, Catalina de Medrano y otros, todos ellos de la provincia de Salamanca”.

“Sorprendentemente”, indica el doctor en Historia, “nadie ha acudido a los archivos en los que aparecen varios personajes de Salamanca de comienzos del siglo XVI, coetáneos de Lucía de Medrano, con tal apellido. Es decir, que no hay que buscar en la provincia de Soria, sino en la de Salamanca, la procedencia de Lucía de Medrano. Además, en la documentación en latín que yo he manejado se dice claramente que nuestra humanista, era de Salamanca. Huelga el decir que todos los historiadores han pasado esto por alto”, anota Grande del Brío.

El historiador concede que es dudoso que Lucía de Medrano fuera catedrática en la Universidad de Salamanca, pero afirma que sí impartió clases en la Universidad. Sus investigaciones se contraponen a las de la historiadora Ana María Carabias, que afirma que solo ha encontrado en las fuentes documentales que manejó, un catedrático, Pedro de Torres, colegial de San Bartolomé, que anotó que “Luisa dio una clase de derecho canónico en el Estudio de Salamanca”. Y por lo que se refiere a “La Latina”, Carabias afirma que “nunca fue maestra en la Corte. Fue la moza de cámara o encargada de la ropa de habitación de la reina. A veces tuvo que llevar las acémilas con enseres de la Corte de una ciudad a otra”.

Ramón Grande del Brío —que también sostiene en un libro reciente que la Universidad de Salamanca se fundó en 1219, no en 1218— concluye que “La Latina” y Lucía de Medrano fueron “dos mujeres adelantadas a su tiempo y las principales figuras del siglo XVI. Merecen contar con sus medallones en la Plaza Mayor de Salamanca”.

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