Las cooperativas están de moda en Salamanca

Castilla y León cuenta con 2.129 cooperativas en toda la Comunidad. Una de cada cinco está instalada en Salamanca, la provincia de la Región con un mayor número de estas sociedades, con un total de 432, según los datos facilitados por el área de Empleo de la Junta. Se entiende por sociedad cooperativa “la sociedad constituida por personas que se asocian, en régimen de libre adhesión y baja voluntaria, para la realización de actividades empresariales, encaminadas a satisfacer sus necesidades y aspiraciones económicas y sociales, con estructura y funcionamiento democrático”.

Podrán constituirse sociedades cooperativas en Castilla y León con un capital social mínimo que no será inferior a 3.000 euros, que serán desembolsados en el momento de su constitución.

En el caso de Salamanca, destacan las cooperativas de explotación comunitaria de la tierra, con 179, seguida de las de trabajo, con 140, mientras que en tercera lugar se encuentran las agrarias, con 83. Las agrarias han aumentado su funcionamiento, sobre todo, en el área agroalimentaria, no solo en el capítulo de producción, sino también en la comercialización. En las cooperativas de explotación de la tierra, su objetivo es similar a las agrarias, aunque mucho más reducidas y para la producción de un determinado producto. Las de vivienda tuvieron un importante auge en la época de la ‘burbuja inmobiliaria’ cuando varios vecinos se agrupaban en una cooperativa para construir sus casas. Hoy en día tienen mucha menos repercusión, de hecho en Salamanca solamente hay 17.

Las cooperativas de trabajo se constituyen cuando varias personas realizan tareas de forma conjunta, como puede ser el mantenimiento de hogares, fontanería, pintura...

En el caso de las agrarias, en Castilla y León destaca Cobadú, siendo referente en la Comunidad, con 10.300 socios, con una importancia destacada de la provincia de Salamanca, que supone casi el 30% de la actividad total de la cooperativa, que ofrece a sus socios una atención integral, pudiendo participar en cualquier actividad de la cooperativa, no solo adquiriendo suministros, sino también comercializando sus producciones, garantizando calidad y precios adecuados, con la seguridad de cobro.