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Uno de los laboratorios de Cytognos en el que desarrollan herramientas para análisis celulares. ALMEIDA
La tecnología para diagnosticar leucemias ‘made in Salamanca’

La tecnología para diagnosticar leucemias ‘made in Salamanca’

Cytognos nació hace 25 años para fabricar las herramientas ideadas por el grupo de Citometría de Flujo, entre ellas un ‘software’ que usan en 2.000 laboratorios del mundo

Jueves, 10 de febrero 2022, 10:27

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A finales de los años 90 nació Cytognos. Alberto Orfao, al frente del grupo de investigación de Citometría de Flujo, tenía la necesidad de contar con una empresa que le proporcionarse las herramientas que iba ideando para avanzar en el campo de los análisis celulares como mecanismo para mejorar el diagnóstico, tratamiento y monitorización de leucemias y linfomas, principalmente. Su unión con Jorge Bensadón, empresario que ha estado toda la vida en el mercado del diagnóstico clínico, dio lugar a la primera “spin off” de la Universidad de Salamanca.

Primero en las instalaciones del grupo de Orfao en Hematología, luego en algunos espacios de la Facultad de Medicina utilizando los carísimos equipos que necesitaban para desarrollar las investigaciones llevadas a cabo por el grupo de Orfao y desde 2001 en el polígono de Santa Marta, Cytognos fue creciendo hasta las más de 80 personas que son en la actualidad.

Su especialidad es la citometría de flujo y a partir de ahí cuentan con una larga lista de productos. Anticuerpos de muy diverso tipo, reactivos para ensayos y ‘software’ específicos para este tipo de tecnología son algunos de ellos.

En 2006, Cytognos se convirtió en parte del consorcio “EuroFlow” y llevó a cabo el desarrollo de “Infinicyt”, un ‘software’ para el análisis de datos de citometría de flujo que llevó el nombre de la compañía por todo el mundo pues, como recuerda Fernando Martín, ese ‘software’ supuso el primero a nivel mundial para uso clínico para el diagnóstico de cánceres de sangre, de hecho, Cytognos era la única empresa que en ese momento existía en Europa capaz de ofrecer esa tecnología, aunque insiste en que fue ideada por el investigador del cáncer Alberto Orfao. La entrada en ese consorcio supuso un salto en la empresa pues comenzaron a colaborar con 20 grupos de investigación europeos y su tecnología se extendió en 2.000 laboratorios de todo el mundo.

Biólogos, informáticos, matemáticos, farmacéuticos... la plantilla de Cytognos es de lo más variada. “En estos 25 años hemos creado talento en muchas áreas, que es muy apreciado”, aseguran Martín y Bensadón y ponen como ejemplo el crecimiento experimentado por la compañía para animar a las administraciones a seguir apoyando este tipo de iniciativas. “Nosotros hemos sido beneficiarios de ayudas y esas ayudas siempre han sido devueltas, y con creces”, comenta el director general que recuerda también los beneficios que obtiene la Universidad a través de la explotación de las patentes que Cytognos explota del grupo de Citometría de Flujo. Asimismo, el socio fundado señala la importancia del diferencial de valor añadido que en este caso es muy grande, pues tienen un 92% de exportación, “así que hemos compensado las ayudas recibidas”, afirma.

El futuro está por escribir, pero Martín y Bensadón están convencidos del crecimiento de Salamanca en el ámbito de la biotecnología gracias a la operación firmada con la multinacional Becton Dickinson.

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