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Un profesor imparte uno de los cursos que la Universidad Pontificia de Salamanca ofrece a sus docentes L.G.
La metodología puntera de la Universidad Pontificia para afrontar cualquier escenario del COVID-19

La metodología puntera de la Universidad Pontificia para afrontar cualquier escenario del COVID-19

La institución académica, patrocinador del VIII concurso literario intergeneracional ‘Los Mayores ante la COVID-19’ de LA GACETA, ha formado al 90% de su profesorado para dar clases online

Lunes, 19 de octubre 2020, 19:22

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La Universidad Pontificia de Salamanca siempre se ha caracterizado por su presencialidad y por el trato cercano de los docentes con los alumnos. Por eso, pese a las restricciones y limitaciones de movilidad que ha traído consigo la COVID-19, han unido fuerzas y han logrado desarrollar un ambicioso proyecto que permite a los profesores dar las clases como siempre lo han hecho, de manera directa. Así, a través de la denominada enseñanza online e híbrida, han logrado que todos aquellos alumnos que por sus circunstancias personales, especialmente sanitarias, no puedan acudir a las aulas puedan seguir la trasmisión en directo, pudiendo incluso interactuar con el profesor en tiempo real.

Con este objetivo, la Universidad Pontificia de Salamanca puso en marcha el pasado mes de marzo un Plan de Formación Docente Específico que intensifica las competencias del Personal Docente e Investigador (PDI) en estas materias y que a día de hoy continúa. El proyecto, impulsado por el Vicerrectorado de Investigación e Innovación Educativa, ha contado con la participación de más del 90% de los profesores, que han asistido a un total de 13 cursos, con 22 ediciones impartidas por ocho docentes especialistas en la materia.

Así se ha logrado que el profesorado tenga las herramientas suficientes y la formación necesaria para impartir una enseñanza de calidad pese a cualquiera de los escenarios que la COVID-19 imponga. Los cursos impartidos inciden, entre otros aspectos, en el manejo de cuestionarios y exámenes en línea, wikis, consultas, talleres y programas, así como aplicaciones de edición de vídeo con contenido educativo.

Este programa de formación se ha desarrollado en tres fases diferenciadas, tanto de manera síncrona como asíncrona, sirviéndose de todo tipo de materiales de apoyo a través del curso de Moodle alojado en el campus virtual de la Universidad Pontificia.

De esta forma, durante el estado de alarma el Personal Docente e Investigador pudo trasladar al entorno online su docencia presencial por medio del empleo de la herramienta de aula virtual Blackboard Collaborate, asegurándose así que el alumnado recibía una formación idónea.

Posteriormente, cuando concluyó el curso académico 2019-2020, la Universidad Pontificia siguió formando a sus profesores para especializarlos en los recursos necesarios que permiten trabajar en el entorno online y en el formato híbrido. La primera fase, desarrollada entre marzo y abril, comprendió acciones formativas relacionadas con la formación del profesorado sobre herramientas en el entorno virtual sincrónico con cursos como Blackboard Collaborate, como recurso en la enseñanza virtual; docencia a través de la plataforma Moodle; desarrollo de la docencia virtual con la herramienta Google Hangouts Meet; o el uso de cuestionarios en la plataforma Moodle.

La segunda fase, que se celebró a lo largo del mes de julio, se centró en el desglose de actividades y recursos online dispuestos por la Universidad Pontificia, así como en la propiedad intelectual y en derechos de imagen del profesorado. Además, los docentes también trabajaron sobre las experiencias metodológicas desarrolladas en la propia universidad y recibieron competencias en actividades formativas síncronas y asíncronas sobre el entorno online y recursos didácticos audiovisuales para la docencia virtual.

La tercera fase, que ha tenido lugar durante el mes de septiembre, se ha centrado en competencias metodológicas en el ecosistema de aula híbrida. Con la vuelta a la presencialidad para el nuevo periodo académico 2020-2021 y tras la decisión de la Universidad Pontificia de implementar su metodología docente a través del procedimiento del aula híbrida (clases con alumnos presenciales pero retransmitidas en streaming para estudiantes que, por diferentes circunstancias derivadas de la pandemia, optan por seguir el curso en remoto), los esfuerzos del plan se están centrando en el propio uso del nuevo recurso.

De esta forma, y gracias al esfuerzo de todos, el profesorado de la Universidad Pontificia está perfectamente preparado para adaptarse a cualquier escenario que se imponga por la COVID-19, garantizando una enseñanza de calidad.

Pedro Sangro (Vicerrector de Investigación)

“Creo que podemos estar orgullosos porque se ha dado una formación que contempla todos los escenarios, desde el más extremo con el confinamiento hasta el actual, donde los alumnos que así lo necesitan pueden seguir las clases desde su casa pero como uno más, en directo. El esfuerzo en este sentido ha sido titánico. Hemos sido ambiciosos y estamos muy satisfechos con el comportamiento de los profesores, con el esfuerzo que han hecho y están haciendo. Además, este proyecto les ha brindado oportunidades, pues les ha servido para actualizarse”.

Francisco J. Álvarez (Dir. de Posgrado e Innovación Educativa)

“He estado al frente del programa y me ha parecido absolutamente necesario. No podemos cambiar un proceso sin formar primero a los actores de ese proceso, que son los profesores. La Universidad Pontificia ha hecho un trabajo encomiable en poco tiempo. Cuatro días después de la declaración del estado de alarma todas las clases ya eran virtuales, logrando que ningún alumno se quedara sin su formación. Eso pudo realizarse con una dedicación muy especial y a partir de un plan de formación que comenzó en ese momento y que hoy continúa”.

Mario Sánchez (Profesor participante en varios cursos)

“El aula híbrida ha sido todo un acierto tanto por la situación actual como por cómo se está desarrollando el mundo de la educación, pues en muchos casos a los alumnos les es difícil compaginar la formación presencial con otros quehaceres. Por eso para mí los cursos que hemos recibido han sido muy interesantes porque nos ha abierto a otro tipo de formación, dando la posibilidad a los alumnos que así lo quieran de seguir las clases desde sus casas pero en directo. La Universidad Pontificia ha hecho un trabajo brutal”.

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