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Controles de cumplimiento del anterior cierre perimetral de Salamanca. ALMEIDA
La Junta ‘premiará’ a Salamanca con el cierre de la provincia cuando abra la hostelería en contra de su propio criterio

La Junta ‘premiará’ a Salamanca con el cierre de la provincia cuando abra la hostelería en contra de su propio criterio

Casado e Igea reconocieron hace un mes que el confinamiento perimetral de Salamanca no fue efectivo

Sábado, 28 de noviembre 2020, 08:56

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Salamanca se enfila hacia la paradoja de poder reabrir su hostelería -además de gimnasios y centros comerciales-, pero ver como la provincia se somete a un confinamiento perimetral del que sólo quedarán exentos los habitantes de Ávila y Segovia.

Las dos ciudades limítrofes con Madrid abrieron este viernes su hostelería, recintos deportivos y grandes superficies una semana antes de lo previsto por la Junta de Castilla y León. Sin embargo, su buena trayectoria se va a traducir en el ‘premio’ de aislarse del resto de la Comunidad.

La Junta ha decidido que sólo pueda haber movilidad entre aquellas provincias que se encuentren en idéntica situación de alarma. Hasta este viernes toda Castilla y León tenía medidas excepcionales por encima del nivel 4 de alarma, pero Ávila y Segovia se encuentran ya medio escalón por debajo del resto.

La siguiente provincia que se va a incorporar a este grupo de ‘nivel 4 sin medidas excepcionales’ será Salamanca si mantiene la actual tendencia.

A día de hoy ya tiene una incidencia por debajo de los 400 según los datos sin consolidar, pero la cifra oficial que utiliza la Junta -la que marca el semáforo- está en 458 y será el lunes cuando, previsiblemente, baje de los 400 a todos los efectos. Ese registro confirmará que Salamanca reabrirá varios sectores el 4 de diciembre, pero también que ese día pasará a estar también ‘bloqueada’. Nadie de Valladolid, Burgos, León, Palencia, Zamora o Soria podrá entrar en Salamanca, salvo en las excepciones que se consideran casos justificados.

La paradoja es la siguiente: ahora que Burgos tiene una incidencia por encima de 1.000, mientras que Salamanca ronda los 400 está permitido ir y venir entre ambas provincias. En cambio, cuando Burgos esté en 800 y Salamanca en 350, ya no se permitirá la movilidad entre ambas.

El día 4 de diciembre muchos negocios volverán a estar abiertos mientras que la provincia volverá a estar cerrada. Un confinamiento perimetral contra la propia opinión de Verónica Casado y Francisco Igea, que en el Consejo de Gobierno del 22 de octubre reconocieron la falta de eficacia de los confinamientos perimetrales -como el de la capital de Salamanca- en situación de transmisión comunitaria.

Es complicado prever cuánto tiempo tardarán el resto de áreas de Castilla y León en rebajar su incidencia y poder restablecer la libre movilidad con Salamanca, pero en los casos de Valladolid o Zamora -las ciudades más cercanas- parece que faltan aún varias semanas por delante. Valladolid, con una incidencia de 793, tiene que rebajar aún casi 400 casos y como se ha podido comprobar con Salamanca se tardan semanas en descender esos niveles de contagios.

Por el momento, los hosteleros de Ávila y Segovia ya han mostrado su malestar con las formas en las que van a tener que reabrir sus negocios y que también afectará a Salamanca.

La Agrupación de Hosteleros de Segovia recalca que “un puente sin Madrid y otras provincias no es un puente, sigue siendo la ruina” y han solicitado a la Junta que habilite “un corredor entre Ávila, Segovia y Madrid” que tendría “sentido común” dado que “el nivel de incidencia es similar”, consideran.

Más descenso

Los 54 casos notificados este viernes en Salamanca permiten mantener la línea descendente de la incidencia. También la del número de ingresados, que baja a 123: 80 pacientes menos en dos semanas.

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