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Virginia Gallego (a la izquierda) en un evento organizado para visibilizar la enfermedad.
La historia de Virginia, salmantina con síndrome de Turner: cardiopatía, problemas renales y deficiencias en los ovarios

La historia de Virginia, salmantina con síndrome de Turner: cardiopatía, problemas renales y deficiencias en los ovarios

“De lo que yo tengo, lo que a mi más respeto me genera es la cardiopatía. A pesar de ello, lo que hago es intentar tener una vida lo más normal posible”

Domingo, 28 de agosto 2022, 10:31

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Todo un año y ni un centímetro más fue la primera señal de que algo no andaba bien. Cuando un control de salud llegó al colegio en el que estudiaba Virginia Gallegos, que en ese entonces solo contaba con unos 10 años, los médicos notaron que, mientras el resto de los niños de su año había subido unas cuantas palmas, Virginia permanecía exactamente igual que el año anterior. Por ello, la pequeña fue llevada al pediatra y al endocrino, quienes sacaron a la luz el motivo por el que Virginia no crecía: la niña tenía síndrome de Turner.

Hoy, 24 años después de ese diagnóstico, Virginia cuenta como es vivir con un síndrome que afecta a 1 de cada 2.500 mujeres. “Es una enfermedad que ni las mismas afectadas sabemos explicar. Yo no es que vaya diciendo a todo el mundo que conozco: oye, que tengo síndrome de Turner. Pero tampoco lo oculto. Normalmente en algún momento sale y lo digo sin problema. Entonces lo común es que las personas no lo hayan escuchado nunca. Yo intento explicarles, pero es tan complejo y cada mujer lo vive de una manera tan distinta que ni yo puedo decir con total precisión que es”.

Las patologías a consecuencias de este síndrome son muy amplias. En el caso de Virginia la enfermedad le ha llevado a convivir con una cardiopatía y problemas renales. Unos problemas médicos que, si bien Virginia enfrenta con la mejor actitud, siempre están al acecho en su vida. “De lo que yo tengo, lo que a mi más respeto me genera es la cardiopatía. A pesar de ello, lo que hago es intentar tener una vida lo más normal posible. Hacerme mis controles y llevar un estilo de vida saludable”, señala la joven.

A estas preocupaciones de salud se suma una tristeza que la afección ha dejado en Virginia: los problemas reproductivos. La mayoría de las mujeres con síndrome de Turner no pueden quedarse embarazadas. Ese es el caso de la joven, quien confiesa que actualmente es lo que se le hace más difícil de sobrellevar: “Yo creo que es uno de los problemas más fuertes a los que nos enfrentamos las mujeres con esta enfermedad. Luego ya cada una tiene su opinión. Hay algunas mujeres que no quieren ser madres y no les molesta, pero una gran cantidad de nosotras sí queremos y es difícil tener limitada esa posibilidad. Sin embargo, existen muchos tratamientos de fertilización”.

Además, Virginia destaca que otro problema es el desconocimiento. “Es fundamental visibilizar el síndrome. Se dice que es una enfermedad rara, pero a mí me parece que en España somos muchas y es necesario escuchar a las afectadas”, opina.

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