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Domingo, 19 de enero 2020, 22:49
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La electrificación del tren entre la capital salmantina y la frontera con Portugal terminará, como mínimo, unos meses más tarde del objetivo marcado. Los gobiernos español y portugués acordaron que la infraestructura para conectar las ciudades de Oporto y Aveiro con Salamanca estarían listas en 2020. Sin embargo, del lado luso hay importantes problemas, con retrasos de hasta tres años en algunos tramos, mientras que del lado español tampoco se va con la suficiente rapidez como para acabarlo en la fecha prometida. En el mejor de los escenarios, habría que esperar a la primera mitad de 2021, tal y como van los diferentes proyectos que integran la electrificación.
La información aportada por Adif recoge que la parte más adelantada es la construcción de las dos subestaciones, ubicadas en Ciudad Rodrigo y Barbadillo, y la ejecución de la línea de alta tensión entre Villamayor y Barbadillo. También se encuentran en marcha los nuevos centros de transformación de Fuentes de Oñoro y La Fuente de San Esteban. Si no hay problemas de última hora, esta fase concluirá a mediados de año.
En el segundo contrato en el que ha sido dividida la electrificación ya aparecen las dificultades. Se trata de la instalación de la línea aérea de contacto que suministrará la energía a los trenes. Los trabajos que aún quedan por realizar llevan a la propia Adif a reconocer que se alargarán hasta, al menos, el primer trimestre de 2021, por lo que ya no se cumpliría el objetivo de 2020.
Las dos últimas fases del proyecto presentan aún más dudas sobre la fecha prevista de finalización. De hecho, el organismo público encargado de las infraestructuras ferroviarias descarta aventurarse en este aspecto. Se trata de la adecuación de gálibos por la electrificación y la reposición de los servicios afectados. En ambos casos los contratos fueron adjudicados el pasado mes de diciembre, por lo que difícilmente acabarán antes de que termine este año. Los plazos de ejecución de la adecuación de gálibos es de 12 meses, pero las actuaciones a realizar son de calado, ya que prevén rebajar la plataforma por la que discurren los trenes en cuatro puntos del término municipal de Salamanca. También contempla la construcción de tres pasos superiores en la ciudad, uno en Carpio de Azaba y otro en Fuentes de Oñoro. En el caso de la reposición de servicios hay un poco más de margen, ya que el tiempo para llevar a cabo los trabajos es de 10 meses. Se trata de líneas eléctricas aéreas, de telecomunicaciones y conducciones de gas.
Portugal da margen. Los graves retrasos de Portugal a la hora de modernizar su línea de ferrocarril van a dar margen al Gobierno español para que acabe la electrificación entre Salamanca y Fuentes de Oñoro. La línea Beira Alta, la que conecta con Aveiro y Oporto, cuyos puertos y conexión por tren con Salamanca son claves para el futuro desarrollo del Puerto Seco en la ciudad, no para de acumular obstáculos. Uno de los tramos, entre Guarda y Vilar Formoso, debería haberse acabado entre finales de 2019 y principios de este. Sin embargo, la previsión más optimista ahora es que no se estrene hasta 2023. Los otros dos tramos, entre Guarda y Mangualde y entre esta última localidad y Pampilhosa, finalizarán en el segundo y primer trimestre de 2020 respectivamente.
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