La Junta mantiene la PAU y se aparta de la CRUE para dar 'certidumbre'
Educación salió satisfecha por el modelo de 2025 y opta por repetirlo sin cambios. Las universidades de toda España han presentado una propuesta más práctica. La Junta opta por seguir el mismo examen para dar estabilidad a alumnos y profesores
Los exámenes para la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) en Salamanca y el resto de Castilla y León serán similares a los de 2025. La Junta ya ha fijado las fechas —2, 3 y 4 de junio de 2026— y también ha publicado las matrices, modelos y criterios de evaluación y calificación, que se mantendrán idénticos a los del curso pasado. Con ello, la administración autonómica fija su posición y se desmarca del documento aprobado por la Comisión de Asuntos Estudiantiles de la Conferencia de Rectores (CRUE), cuyo objetivo era promover «la armonización de la prueba en todo el territorio nacional».
El texto, de 173 páginas, fue elaborado por las comisiones estatales de cada materia, con representantes de todas las universidades, incluida la de Salamanca, y más de 570 especialistas de cada disciplina y de los 17 distritos universitarios. El objetivo era que la propuesta fuera adaptada por cada comunidad autónoma, manteniendo una misma estructura de examen, optatividad, competencialidad y criterios de corrección y evaluación para las diferentes materias.
Castilla y León, junto con Madrid, ha sido de las primeras en publicar su guía académica y mostrar su apuesta por el modelo homogéneo del año pasado, sin esperar a que se implanten en el próximo curso los criterios planteados por las universidades. Fuentes de la Consejería de Educación explicaron que «el objetivo de la Junta de Castilla y León es ofrecer la prueba más justa posible para nuestros estudiantes». En esta línea, recordaron que el pasado año la administración autonómica alcanzó un acuerdo con otras comunidades para fijar criterios comunes, lo que permitió «conseguir la PAU más justa de los últimos años». Por este motivo, la Consejería ha decidido mantener el mismo formato de examen, «que, por un lado, es similar al de otras comunidades autónomas y, por otro, ofrece certidumbre a los alumnos y profesores que se enfrentan este curso a preparar la prueba».
Los nuevos criterios de corrección, implantados por primera vez en junio de este año, incluyeron la penalización por faltas de ortografía y, sobre todo, eliminaron gran parte de la optatividad que se había incorporado durante los años de la pandemia. La unificación también consiguió fijar las mismas fechas de exámenes, el orden de las materias y la penalización por errores, como los correspondientes a faltas ortográficas en el examen de Lengua.
Exámenes más prácticos y Matemáticas sin faltas de ortografía: la propuesta de la CRUE
La propuesta recogida en el documento de la CRUE establece el porcentaje de respuestas prácticas que deben tener las preguntas, la puntuación de cada una, el nivel de optatividad de cada asignatura, así como la penalización por faltas de ortografía. Por ejemplo, en Historia del Arte, las preguntas prácticas deben representar entre el 80 y el 100% del examen; en Lengua, al menos el 70%; y en Geografía o Matemáticas, no pueden ser inferiores al 50%.
Otro de los elementos llamativos es que se elimine la penalización por faltas de ortografía en asignaturas como Matemáticas II, Matemáticas Aplicadas, Dibujo Artístico, Dibujo Técnico II o en Empresa y Diseño de Modelos de Negocio. En otras asignaturas de humanidades, como Historia de España o Geografía, las penalizaciones nunca podrán ser superiores a un punto, mientras que en Lengua serían de 2 puntos.
Salamanca fue el 'oasis' de la PAUde 2025 frente al descenso generalizado de las notas
De los 1.536 salmantinos que se enfrentaron a la exigente Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) estrenada en junio pasado, solo 24 no lograron superarla, lo que representa un 98,5% de aprobados. La nota media se elevó respecto a la última edición de la EBAU, pasando de 7,40 a 7,51.
Frente a los miedos y el nerviosismo que experimentaron los estudiantes salmantinos antes de enfrentarse al examen de Lengua y Literatura, lo cierto es que la respuesta fue envidiable: un «oasis» dentro de la debacle nacional, caracterizada por un descenso importante de las notas en la mayoría de comunidades. La respuesta del resto del distrito universitario de Salamanca —incluidas Zamora y Ávila— también fue positiva, con un 98,18% de aprobados.
En el caso de Castilla y León, la comunidad se mostró como uno de los territorios del país más resilientes, con tasas de aprobados superiores al 97% y una nota media global de 7,05.