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James Gunn nos devuelve la fe en Marvel y se disfrutan en Cines Van Dyck

Con la emocionante (y divertidísima) tercera entrega de ‘Guardianes de la Galaxia’, ya en Van Dyck y Van Dyck Tormes, el director y guionista revitaliza el universo de los cómics

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Viernes, 5 de mayo 2023

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El cine de superhéroes alcanzó su cima -tanto en términos artísticos como de taquilla- con la Fase 3 de Marvel, que culminaba en Avengers: Endgame y Spider-man: Far From Home. Desde entonces han transcurrido tres largos años y una decepcionante Fase 4 repleta de series de televisión y secuelas poco inspiradas. La fatiga del público empieza a ser palpable. Pero existe un antídoto, y se llama James Gunn. El director y guionista de Misuri (1966) logra en Guardianes de la Galaxia Vol. 3 lo más difícil: superar el listón que él mismo había establecido en las dos primeras entregas. ¿Cómo? Con una suma de aventuras, acción, ciencia ficción, viajes por mundos extraños, alienígenas, un sentido del humor marca de la casa, un uso icónico de la música (de Radiohead a Springsteen), unos diseños visuales apabullantes y, sobre todo, grandes dosis de emoción. De la que nace del cariño hacia sus personajes. La película puede verse ya en Van Dyck Tormes (versión doblada) y en Van Dyck (pases en doblada y pases en versión original).

Esta vez, el argumento se centra no tanto en Quill / Starlord (Chris Pratt) como en el mapache Rocket, que recuerda su traumático pasado cuando lo secuestra un nuevo villano (el Alto Evolucionador) obsesionado con la mutación genética. Drax (Dave Bautista), Gamora (Zoe Saldaña) y el resto del grupo (Groot, Mantis, Nébula) intentarán rescatarlo. Esta familia peculiar volverá a demostrar que la unión hace la fuerza. Ahí reside el corazón de esta historia, en la conexión del espectador con unos protagonistas que se han ganado su complicidad. Y ese es el mayor mérito de Gunn, que en 2014 tomó un grupo de héroes poco conocidos y, sin actores de renombre, dio la mayor campanada de la historia de Marvel. La primera entrega de Guardianes recaudó 800 millones de dólares y le dio carta blanca al realizador, una apuesta personal de Kevin Feige, el mandamás de los estudios. Sin embargo, ni siquiera el éxito de la secuela lo libró del despido, fruto de unos antiguos tuits ofensivos. Ahora, Gunn ha fichado por la competencia, DC Comics, donde ya ha convencido con El Escuadrón Suicida (2021). Pero quería despedirse de su creación, de unos Guardianes que ha forjado a su medida (de la estética a la banda sonora, de los diálogos a los gags visuales). De ahí el tono nostálgico de esta tercera entrega, en la que de nuevo muestra su visión, valentía y conocimiento del material original.

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