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Vacunación de profesores en Salamanca. GUZÓN
Inviable vacunarse en el lugar de vacaciones, según los expertos

Inviable vacunarse en el lugar de vacaciones, según los expertos

El Gobierno necesitaría un aviso con semanas de antelación para enviar dosis de una autonomía a otra

Jueves, 10 de junio 2021, 20:32

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Las comunidades autónomas y el Gobierno debaten sobre la posibilidad de vacunar a los ciudadanos en su lugar de vacaciones.

La comisión de Salud Pública se ha dado una semana para enviar a las comunidades una propuesta de actuación sobre qué hacer con las personas que están rechazando pincharse cuando les toca porque les coincide con las vacaciones o porque tienen estancias pagadas justo cuando les tocaría la segunda dosis.

En el Gobierno se considera que van a ser muchos miles de cosas y que comprometerían el objetivo de tener al 70% de la población vacunada antes del 14 de agosto.

Una de las opciones para vacunarse fuera de Castilla y León es la de solicitar la tarjeta de desplazado, del mismo modo que han hecho otras personas que no viven en Castilla y León. Esto es un derecho de todo ciudadano, pero conlleva unos trámites que hacen que no sea viable para vacaciones cortas.

El propio Fernando Simón ha puesto esta semana sobre la mesa la opción de vacunarse en vacaciones, sin necesidad de tarjeta sanitaria y sobre esto es lo que debaten las comunidades.

A favor de la propuesta están Andalucía, Cantabria y Galicia, que lo interpretan como un reclamo turístico: ‘Vengan a Cantabria y olvídense de problemas de fechas’. Valencia lleva ya tiempo inoculando la segunda dosis a los turistas que pasen como mínimo un mes en la comunidad.

El principal problema de esta idea es que las vacunas que llegan a las respectivas comunidades están muy ajustadas a la población empadronada. Si millones de habitantes del interior veranean en la Comunidad Valenciana, de dónde van a salir esos millones de dosis adicionales.

Si se avisara de las vacaciones con cierta antelación -serían semanas de antelación-, se podría intentar restar esas vacunas a la comunidad en la que reside habitualmente el solicitante y reenviarlas a la comunidad de destino de las vacaciones, pero es un proceso realmente complejo y engorroso.

Por otra parte, muchos de los principales destinos turísticos en España no cuentan con una infraestructura sanitaria capacitada para atender a toda la población flotante, cuanto menos para realizar una vacunación masiva y a la carta.

Pese a todos los inconvenientes, sí parece haber acuerdo en que algo habría que cambiar para evitar que los meses de julio y agosto se conviertan en un caldo de cultivo de repuntes a causa de millones de españoles desplazándose sin estar vacunados.

En este punto cobra peso la idea de ofrecer facilidades como la autocita: que las personas que ya estén dentro de la edad de vacunación, tengan una ventana de tiempo de dos o tres semanas en la que poder elegir fechas para estar seguros de que ni la primera, ni la segunda dosis, van a coincidir con un momento en el que se encuentren fuera de su ciudad.

Sanidad, de momento, ha optado por el mensaje duro: “Hay que priorizar la vacuna por encima de las vacaciones”, pero después de un año extenuante por las restricciones, y con la engañosa sensación de que hay menos peligro, los españoles no parecen dispuestos a renunciar a la reserva de sus vacaciones.

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