Instituciones y empresarios presionan para un quinto Alvia

«Cumplimos con nuestro compromiso». El ministro de Transportes, Óscar Puente, sacaba pecho de que el 22 de julio Salamanca «contaría con un cuarto Alvia». La elección de las palabras no fue improvisada y obvió los más de cuatro años en que se ha tardado en recuperar un servicio que ya existía hasta el mes de marzo de 2020 y que coincidió en plena reivindicación por la quinta frecuencia.

Lejos del conformismo, instituciones, empresarios y la sociedad salmantina presionan para la puesta en marcha cuanto antes del quinto servicio rápido que conecte Salamanca con la estación madrileña de Chamartín en 1 hora y 40 minutos frente a las cerca de tres horas que cuesta hacerlo a través de Ávila. Puente condicionó en sus últimas declaraciones la entrada de un servicio más a la siguiente entrega de los S-106 o S-107 previstos para finales de este año que lleguen a Galicia. La llegada de esta nueva remesa, según el ministro, permitiría trenes disponibles para poner en marcha la quinta frecuencia. No obstante, lo condicionó a que se haga un estudio sobre el comportamiento de la demanda de la cuarta frecuencia que supone ya 2.800 plazas a la semana. Por el momento no se sabe cómo se va a realizar este informe ni si se va a tener en cuenta solo los billetes sencillos comprados al margen del abono —circunstancia en la que se excusó el Ejecutivo para decir que no había demanda a pesar de que los trenes iban completo—. Los últimos datos oficiales de Renfe reflejan que 1,3 millones de pasajeros utilizaron los Media Distancia y los asientos Avant del Alvia frente a los 408.000 de 2019 o a los 756.000 de 2022 con una ocupación que rondó el 90%. El Ministerio de Transportes no ha aclarado a este periódico cuál va a ser la forma de calcular la demanda. En un mes como agosto en el que desciende la afluencia de trabajadores, turistas y estudiantes apenas hay plazas libres en los trenes rápidos. Si se observa los asientos disponibles para el día de hoy: dos de los cuatro Alvias están completos. En fin de semana, donde solo hay tres servicios en vez de los cuatro diarios solo hay asientos en el primer Alvia de la mañana del domingo en el sentido a la capital de España y hay también uno completo en sentido Salamanca.

El alcalde de la ciudad, Carlos García Carbayo, que aunó a toda la sociedad salmantina en torno a las reivindicaciones de una mejora en las comunicaciones ferroviarias es el que ha pedido con más fuerza más servicios. «Salamanca necesita ya una quinta frecuencia del tren Alvia a Madrid porque hay demanda suficiente para ello y pasajeros que no pueden comprar billetes», justificó el primer edil quien recordó el esfuerzo de las universidades para la matriculación de estudiantes y para que la industria del español «siga teniendo el liderazgo que ocupa en el panorama nacional». «Lo necesitan los estudiantes, con mejores comunicaciones para llegar a sus casas; y lo necesitan las empresas salmantinas, con las que luchamos por el desarrollo logístico y para que Salamanca se convierta en gran polo tecnológico».

También desde la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias denuncia que es el «cuento de nunca acabar» ante un Gobierno «empeñado en marginar de manera flagrante a Salamanca». «Salamanca necesita unas conexiones ferroviarias de primer nivel ya que existe demanda especialmente los fines de semana y no hay una justificación lógica u objetiva sino política para estos desmanes».

Los dos principales colectivos empresariales de la ciudad —CEOE Cepyme y CES— reivindican un aumento de frecuencias que redunde en un beneficio para ciudadanos, universidades y empresas, así como una oportunidad para fijar población gracias a las personas que pudiesen conciliar el trabajo híbrido con teletrabajo y asistencia presencial. La Cámara de Comercio también tiene claro que más frecuencias permitirían aumentar el tirón de Salamanca tanto para estudiantes, trabajadores como participantes en congresos.

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