El Hospital, casi a tope para amortiguar el 'efecto verano'

El Hospital de Salamanca está «a tope» en pleno mes de agosto. Un nivel de ocupación muy alto que nada tiene que ver con una epidemia o un problema de salud puntual, sino que se basa en dos explicaciones principales. Por un lado, porque el Complejo Asistencial no quería levantar el pie del acelerador durante el verano y ha intentado reducir lo mínimo posible la actividad quirúrgica, sobre todo ahora que ha conseguido recortar las listas de espera en más de 1.000 pacientes durante el anterior trimestre.

El verano siempre pasa factura en las estadísticas de listas de espera, pero se pretende que el impacto sea el menor posible, aunque asumiendo que es imposible rendir igual cuando buena parte de la plantilla se encuentra de vacaciones.

El segundo motivo de este 'lleno', es que durante el verano no se pueden utilizar todas las plantas existentes en el edificio porque -entre vacaciones y bajas imprevistas- no hay enfermeras suficientes para atenderlas, ni tampoco es posible cubrir esas ausencias dado que las bolsas de trabajo están totalmente vacías.

Desde el sindicato de Enfermería Satse explican que «están casi todas las plantas llenas y haciendo encajes con el personal que hay, porque las bolsas de empleo se han quedado a cero y no se puede incorporar a nadie más».

Fuentes hospitalarias apuntan que la ocupación -aunque muy alta- está «dentro de lo normal a estas alturas del año» y confirman que, efectivamente, «las bolsas de trabajo están vacías».

El Complejo Asistencial de Salamanca tiene las mayores necesidades de Castilla y León para cubrir las vacaciones de una plantilla con más de 1.000 enfermeras. Según apuntó la Consejería de Sanidad cuando presentó su plan de verano, se estimaba la contratación de más de 230 enfermeras para el Hospital de Salamanca: la cifra más alta de la Comunidad.

Con esos refuerzos y con una buena organización del personal que no está de vacaciones, el Hospital se había propuesto mantener su actividad por encima de los niveles de otros veranos. La previsión era 'bloquear' un máximo de 69 camas al mismo tiempo: un 8,7% de la capacidad total del hospital salmantino.

«Para tener una planta operativa, que tiene cerca de 30 camas cada una, necesitas un número mínimo de enfermeras para cumplir con las ratios. Si no hay trabajadores disponibles para contratar y cubrir todas las ausencias, hay que concentrar a las que tengas en ese momento y distribuir también a los pacientes», apuntan fuentes sindicales.

«Hay pacientes ectópicos en casi todas las unidades. En Cardiología, por ejemplo, hay varios pacientes de Medicina Interna, pero es que allí están a tope en todas las plantas que tienen», explican desde Satse.

Respecto a los centros de salud de Atención Primaria, la Gerencia contrató 34 enfermeras que han permitido compatibilizar las vacaciones con la asistencia a los pacientes en todas las zonas de salud a excepción de la de Fuenteguinaldo. «La verdad es que Fuenteguinaldo es un centro muy complicado porque está muy alejado, la gente no quiere ir allí y no se logró sustituir a las enfermeras que se iban de vacaciones. Se están apañando entre ellos. En los demás centros la situación es mucho mejor», analizan las enfermeras de Satse Salamanca.

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