«¡Hija, que me están quitando los cables!»
Los vecinos de Chinchibarra reciben con entusiasmo al equipo que retira el cableado tras años de enfado «por una auténtica chapuza»
«Una señora casi ni nos ha saludado. Cuando nos ha visto, ha llamado rápidamente a su hija para decirle: 'Ya me están quitando los cables'», relatan los técnicos que este lunes han llegado a los bloques de las calles Ríofrío, Margaritas y Hortensias para retirar el cableado que constreñía las fachadas y atravesaba los portales desde hace casi tres años, cuando finalizaron las obras de rehabilitación de estas comunidades pero las líneas de telecomunicaciones no se soterraron.
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«Cuando les he visto he pensado: ¡como Dios!», confiesa José Gómez, vecino de uno de los bloques de la calle Ríorrío.
«Llevábamos muchos años pidiéndolo. Es que, vamos, es una vergüenza… una vergüenza lo que han hecho», insiste el hombre, sin olvidarse de los meses de insistentes quejas.
«Desde que hicieron la obra, los cables estaban aquí colgando», recuerda, confiado en que ahora los agujeros que han quedado en los portales tras retirar el cableado tendrían que ser tapados por las empresas de telecomunicaciones.
Gómez reprocha la actuación de las compañías que han mantenido las líneas y las cajas colgando: «Estábamos hasta el gorro. Es una vergüenza que los bloques estuvieran terminados y esto quedara así».
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