Borrar
Víctor y Marisa Sousa, en Salamanca, de regreso a Igualada desde Portugal. ALMEIDA
Hablan los autocaravanistas de Salas Bajas: “Nos tratan como a hippies”

Hablan los autocaravanistas de Salas Bajas: “Nos tratan como a hippies”

Las autocaravanas siguen estacionando en Salas Bajas con partidarios de la libertad que da llevar la casa a cuestas, pero echan de menos contar con un área con servicios mínimos

Sábado, 15 de agosto 2020, 21:24

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El auge de las autocaravanas ha seguido al alza en tiempos de coronavirus y el área de Salas Bajas de Salamanca vuelve a congregar en agosto a este tipo de turistas, que aprovechan para recorrer la ciudad. Víctor Sousa y su mujer Marisa regresan de visitar a la familia desde la zona de Coimbra, en el centro de Portugal, a Igualada (Barcelona), en un recorrido de ida y vuelta de 2.400 kilómetros. Ambos han sido camioneros y se turnan en la conducción. En semana y media ya están de vuelta en Salamanca, tras llegar esta madrugada.

“Si estás acostumbrado, se viaja bien. La autocaravana es nuestro sueño. Estábamos decididos a comprar una. Vi un anuncio en internet. La compré en enero y la pude ir a buscar en mayo, por el coronavirus. Es de segunda mano y tiene 13 años, pero está muy bien”, asegura Víctor Sousa.

Está tan bien, que viajan cinco adultos en ella más una perrita. Y se arreglan sin problemas. “La autocaravana tiene de todo. Aquí no falta nada”, dicen cuando están en la recta final de su primer viaje con la casa a cuestas, de regreso durante esta semana a sus trabajos en una fábrica de papel y en otra empresa de frutos secos en Igualada, donde residen desde hace ocho años, que han pasado rápido hasta llegar a este momento en Salamanca, con sus hijos de 20 y 18 años (son padres jóvenes) más el yerno de Víctor.

“Hemos hablado con muchas personas que viajan en autocaravana y muchas van al principio de alquiler. La autocaravana es la libertad y un vicio. Puedes parar dónde quieres y sales cuándo quieres. Haces lo que más te apetezca. Y ahora nos sentimos más seguros, evitando contactos con otras personas en hoteles. Vamos a restaurantes, pero normalmente comemos aquí y así podemos tener más distancia con otras personas”.

Víctor, Marisa y su familia llegaron a las 5 de la madrugada del lunes a Salas Bajas y poco después de las 10 ya están en pie. “Hay que aprovechar. En vacaciones no se puede dormir mucho”, asegura esta familia de portugueses, que va a dar una vuelta por Salamanca antes de emprender rumbo hacia su casa: “Con las autocaravanas no hay prisa. Cuando hay que parar se para, se duerme, se come y se hace lo que haga falta”.

“Parece mentira que una ciudad como Salamanca no tenga un área con servicios para autocaravanas, como La Alberca”

Antonio López y María Anguita vienen desde Churriana de la Vega (Granada) solo para visitar la provincia de Salamanca. Tras recalar en Ciudad Rodrigo, La Alberca y visitar algunos pueblos de la Sierra de Francia, ya se encuentran en la capital. “La ciudad no se ve en un rato. Necesitas dos o tres días, pero sin servicios tenemos que irnos. Nos parece mentira que una ciudad como Salamanca no tenga un área para autocaravanas, mientras sí existe en La Alberca. Se necesita, sobre todo, poder tirar el agua del aseo. A quienes somos responsables, no nos gusta echarla en cualquier sitio”, comentan.

Antonio está ya jubilado y María es auxiliar en el Hospital Universitario San Cecilio. Lo ha pasado “regular” y ahora toca “la segunda etapa”. Y ambos se reivindican como turistas que realizan gasto allí por donde pasan. “Dejamos dinero. Al mediodía comemos en restaurantes, pagamos por ver monumentos, y la autocaravana también abona todos sus impuestos. Pero en España, a quienes vamos en autocaravana nos tratan como a hippies o como, perdón por la expresión, como si fuéramos soltando mierda por todos los sitios, indica esta pareja que lleva cuatro años viajando con autocaravana y han venido al interior, aunque lo que más les gusta es la playa.

A Antonio y María también les gustan mucho los animales, pero no ven con buenos ojos dejarlos encerrados en la autocaravana durante los paseos, más en estos días de calor, una canícula que no impide que el área de estacionamiento de Salas Bajas se encuentre limpia y con un puñado de turistas que echan mano de las aplicaciones de móvil para encontrar los lugares donde pueden aparcar, para recorrer después enclaves apetecibles de visitar, “bien protegidos con mascarillas y guardando las distancias de seguridad”, según dicen después de haber dado un paseo por los entornos de la Catedral el domingo por la noche, tras llegar a la ciudad, y con la vista puesta en recorrer el lunes Salamanca para dejar hoy la ciudad.

Más ventas para este verano

En junio de 2020 la venta de autocaravanas se disparó un 20% en España con la matriculación de 1.208 unidades, pero también existen las compras de segunda mano. Además, se pueden alquilar, una opción recomendada para quienes se inician en este tipo de turismo.

Prohibido acampar en Salas Bajas

En la zona de Salas Bajas, junto al puente Sánchez Fabrés de Salamanca, se pueden estacionar autocaravanas, pero está prohibido acampar, sacar sillas y mesas, desplegar toldos o colocar dispositivos de nivelación o soportes de estabilización, incluso abrir ventanas si superan el perímetro delimitado por los espejos exteriores.

Áreas gratuitas con servicios

Carbajosa de la Sagrada cuenta con un espacio habilitado en el Polígono El Montalvo III en el que los autocaravanistas pueden estacionar y pernoctar durante un tiempo máximo de 72 horas. También La Alberca, Terradillos y Aldeadávila de la Ribera. Son gratuitas y cuentan con servicios esenciales como toma de agua y vaciado de aguas grises y negras.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios