«Gracias a terapias avanzadas la actitud de nuestro hijo ha cambiado»

Fundación Fundaneed es un centro sanitario y socio terapéutico, que desde el año 2017 trabaja para garantizar la salud mental y el bienestar emocional de las familias, en Castilla y León, más concretamente en Salamanca. Desde Fundaneed son consciente de los graves problemas de salud mental y bienestar emocional que sufren nuestros menores. Alejandro y Elena, padres de Samuel, diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista, cuentan su experiencia desde que llegaron a Fundación Fundaneed.

¿Qué desafíos enfrentaron como padres al descubrir el diagnóstico de su hijo?

—Existe un fuerte estigma en torno al autismo. En el colegio no lo aceptaban porque «no lo parece» pero es una discapacidad invisible, en el caso de nuestro hijo totalmente funcional tipo Asperger. Eran problemas de casa, demasiados mimos y siempre culpa de las madres. En casos así, donde el niño no aparenta la discapacidad, es muy difícil que los profesores comprendan que hay problemas que van más allá. Necesitamos más formación para entender cómo funciona la mente autista.

¿Cómo conocieron la Fundación Fundaneed y qué cambios han experimentado desde que se integraron?

—La conocimos por una amiga que tiene a su hijo. En nuestro caso, el cambio ha sido evidente. Nos han ayudado a saber cómo afrontar los desafíos y sacar lo mejor de nuestro hijo. Gracias a la pedagoga que trabaja con él, hemos observado un importante cambio de actitud en el colegio, hacia su propio trabajo y, por ello, ha conseguido aprobar todas.

¿Qué tipo de apoyo ofrece Fundaneed?

—Nosotros estamos con una pedagoga en apoyo escolar y mi hijo ha estado yendo a informática, le gusta mucho la programación.

Desde su experiencia personal, ¿cómo perciben que la sociedad y las instituciones tratan la inclusión de niños con discapacidades intelectuales y mentales?

—La gente no lo entiende, sobre todo, con las discapacidades invisibles. En el caso de nuestro hijo, hay un problema sensorial. No soporta ruidos y luces intensas, no puede ir a comprarse ropa a una tienda juvenil o a un concierto. Un año pusieron zonas para autistas sin ruido en las procesiones y pudo por primera vez ir a una. Lo triste es que mucha gente no entendía por qué no había orquesta en ese tramo, se quejaban, los organizadores se olvidaban de silenciar, o lo hacían tarde… la voluntad de ponerlo ya fue un adelanto, pero aún queda mucho trabajo por delante para comprenderlo. Con el tema de los colegios y la falta de formación y personal especializado es para escribir todo un tratado. A nosotros nos han llegado a decir de todo antes de tener el diagnóstico, aún sabiendo y teniendo serias sospechas del mismo, hasta el punto de que mi hijo se negó a estudiar porque al final suspendería igual. Con unas leves adaptaciones en el colegio tras conseguir el diagnóstico y gracias al apoyo de Fundaneed ha pasado de curso, pero hemos tenido que luchar muchísimo y pelearnos muchísimo con todo el mundo para conseguirlo.

¿Qué le dirían a otros padres que se encuentran en una situación similar y no conocen aún Fundaneed?

—Es necesario tener ayuda porque la mayoría no estamos capacitados para lidiar con muchas de las dificultades de nuestros hijos. Les animaría a acercarse a la Fundación y ver qué pueden hacer por sus hijos porque tienen grandes profesionales y un montón de opciones que seguro no han contemplado y que les irá muy bien a sus hijos. En nuestro caso pensábamos sólo en apoyo escolar, sin embargo, la informática le ha servido, además de aprender muchísimo, para reafirmar su autoestima en algo que le gusta y se le da bien. A veces no se trata sólo de pensar en terapias específicas, sino de todo lo que gira alrededor de la salud mental que es bastante más complejo, y eso en Fundaneed lo entienden perfectamente.

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