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Carlos García Carbayo observa una Plaza vacía desde el Consistorio. ALMEIDA
García Carbayo (II): "A los salmantinos nos siguieron diciendo que no había transmisión, que podíamos hacer vida normal"

García Carbayo (II): "A los salmantinos nos siguieron diciendo que no había transmisión, que podíamos hacer vida normal"

"Nos hemos enfrentado a los problemas de la forma más efectiva posible, huyendo del efectismo o de la carrera de las ocurrencias en que han caído algunos ayuntamientos", afirma el alcalde de Salamanca en la segunda parte de la entrevista con LA GACETA

Martes, 19 de mayo 2020, 11:34

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Muchos salmantinos se han preguntado dónde ha estado el alcalde, porque no se le ha visto ni en hospitales, ni en residencias... ni repartiendo comida a colectivos vulnerables como a su homólogo José Luis Martínez Almeida, uno de los políticos que salen más reforzados. Responde Carlos Gacía Carbayo en la segunda parte de su entrevista a LA GACETA:

-He estado trabajando, como tantos salmantinos y españoles. Almeida es un gran político, le conocíamos ya bien en el PP, cuando solo era concejal en la oposición, y sin embargo, ponía en un brete a Carmena con sus famosos vídeos. Cada alcalde tiene su librillo. El mío es centrarme en resolver los problemas, nos hemos enfrentado a ellos de la forma más efectiva posible, huyendo del efectismo o de la carrera de las ocurrencias en que han caído algunos ayuntamientos. El sistema sanitario ha resistido y no hemos necesitado un Ifema. Hemos puesto a los bomberos a desinfectar las residencias de mayores, y la residencia cuyo patronato preside el ayuntamiento no ha tenido positivos hasta el momento, porque cerró inmediatamente el paso a las visitas. Y nos hemos volcado con los mayores y con las personas sin hogar, hasta el punto que varios espacios habilitados no han tenido que ser todavía utilizados. Todos los servicios municipales han intentado anticiparse para ser eficaces y el resultado es que han respondido y no han resultado desbordados.

-¿No cree que un alcalde tiene que estar cerca de la gente en unos momentos tan difíciles como estos?

-Claro, he estado y me he sentido más cerca que nunca de los salmantinos, he hablado con muchas personas sobre la pandemia y el futuro, he mantenido contacto con el gerente del hospital para conocer de primera mano la situación, transmitir ánimos y gratitud al personal sanitario y ofrecerles cualquier cosa que estuviera en nuestras manos, incluso les hicimos llegar material sanitario. Nos hemos reunido con muchos sectores, que agradecen la cercanía del ayuntamiento, con los que podremos coincidir en todo o en parte en el análisis y medidas necesarias, pero creo que la sociedad salmantina tiene la impresión, y eso lo he querido ir dejando muy claro, de que el ayuntamiento y su alcalde están a su lado y van a liderar la salida de la crisis a la que nos enfrentamos.

-¿Cuándo fueron conscientes de la gravedad de la situación?

-A mediados de febrero ya hicimos los primeros pedidos para el personal de primera línea, policía local y bomberos, empezamos a preparar los protocolos, el programa de cierre progresivo de centros e instalaciones y a contactar con las empresas concesionarias para que tuvieran listos los planes de contingencia. Cuando la pandemia afectó a Italia, un país con el que tenemos una intensa relación comercial, turística y universitaria, nos temimos lo peor. Recuerdo una reunión de grupo donde comenté que se avecinaba una ola que nos podía llevar a todos por delante, y que algún concejal respondió que no sería para tanto. Hoy la globalización nos dificulta parar estos golpes.

-¿Qué se ha hecho mal para que una ciudad como Salamanca haya sido una de las más afectadas por el coronavirus?

-Esta pregunta nos la hemos hecho todos, nadie me ha sabido dar una respuesta concreta. En el mes de febrero y hasta que se decretó el estado de alarma, Salamanca volvió a batir, un mes más, el récord de visitantes, los indicadores económicos reflejaban alegría, a pesar de la desaceleración económica que se percibía en el conjunto de España, el clima fue benigno, las terrazas estaban llenas y hubo acontecimientos que congregaron a multitud de gente. El estudio de seroprevalencia confirma una mayor incidencia del virus en Salamanca. A los salmantinos, esos expertos desconocidos de los que todo el mundo habla, nos siguieron diciendo que no había transmisión comunitaria del virus, y que podíamos hacer vida normal. Y nosotros somos gente de calle, de relacionarlos, de juntarnos con la familia, de celebraciones y cenas.

-Y ahora, ¿en qué no se está siendo eficaz?

-Sobra la improvisación. Es cierto que este virus es nuevo para todos. Pero no se puede admitir la ausencia de claridad. No se les puede decir a los comercios que abran y no explicarles en qué condiciones hasta la noche anterior al día de su apertura. No se les puede decir a los ciudadanos de los servicios esenciales que vuelvan a sus puestos después de un parón total y tenerlos esperando indicaciones hasta el último momento. No se les puede reclamar a los alcaldes que expliquen cómo actuarán en cada fase de la desescalada y obligarnos a caminar a ciegas. Hay que insistir en la claridad, en la coordinación no solo nacional, también europea.

-¿Usted cree que se han hecho el número de test o de pruebas diagnósticas que se deberían haber hecho?

-Obviamente no. La realización de test masivos se ha revelado como una medida útil en los países que mejor han combatido al coronavirus. Aquí no se hicieron porque no había y porque no se supo o no se pudieron conseguir. La compra centralizada ha sido un fracaso y la falta de test nos ha lastrado. Solo tras las compras de la Junta, y desde hace pocas semanas, esa carencia se va corrigiendo. En las últimas fechas se ha dispuesto de unos 8.000 test, pero debe ser una prioridad ampliar su número en el futuro.

-Lo dice ahora, pero ¿por qué no ha salido reclamando como Almeida más test y material de protección cuando el Ministerio de Sanidad asumió el mando y no llegaba?

-La reclamación de test y de protección para el personal asistencial y sanitario ha sido constante, desde la primera reunión del CECOPI, que es el centro coordinador de las autoridades, donde está la subdelegada, a la que le pedíamos todos los días que lo trasladara al Gobierno. Más tarde, el 25 de marzo dirigí una carta al presidente Sánchez requiriendo urgentemente ese material, envíos periódicos y no a cuentagotas, y pidiendo textualmente que se corrigiera la inoperancia y la imprevisión existentes. He seguido trasladando esta exigencia, día tras día, en el CECOPI. Anticipé a los gobiernos estatal y regional la posibilidad de utilizar los recursos humanos y técnicos existentes en nuestros centros científicos y en la Universidad. Tardaron mucho en dar la homologación, y seguimos intentando organizar un sistema que permita extender los test a la población o por lo menos a grandes organizaciones, y así garantizarnos un mayor control de la pandemia. Llamé la atención sobre la necesidad de disponer de mascarillas en las farmacias y a un precio razonable. Han sido muchas reivindicaciones, pero no todas acompañadas por el éxito. Sí tengo decir que la colaboración y la buena disposición han sido imperantes en la comunicación entre las Administraciones, pero los resultados no han estado a su altura.

-En estos días, desde el decreto de estado de alarma, ¿ha hablado con el presidente de la Junta?, ¿qué le ha pedido como alcalde de Salamanca?

-Le he agradecido el esfuerzo que estaba haciendo para suplir las carencias de material y de test, y me ha contado las horas de insomnio que le ha supuesto la organización de todo el dispositivo y la intensidad de su día a día. Gracias a los aviones que el presidente ha traído de China llenos de material hemos podido resistir. Le he pedido que centralice el mensaje de la Junta, porque el presidente transmite confianza, tranquilidad, energía, y visión de futuro.

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