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Martes, 23 de febrero 2021, 18:29
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La falta de especialización del mercado laboral salmantino continúa representando un obstáculo para retener a trabajadores cualificados, incluso en plena pandemia, cuando sectores como la hostelería han visto reducido al mínimo las contrataciones. Entre las 20 primeras ocupaciones más contratadas en Salamanca durante 2020, solo aparece una ocupación en la que se requiere contar con un título de FP, mientras que no hay ninguna que requiera una carrera universitaria. Hay que remontarse al puesto 14 para encontrar a los auxiliares de enfermería, con 1.153 contratos firmados, un 23,8% menos que en 2019. En este caso el descenso de la contratación no responde a que los centros sanitarios hayan recurrido menos a estos profesionales, sino a que se han firmado contratos más estables por la pandemia, en lugar de varios temporales a una misma persona a lo largo del año.
La escasez de trabajos que requieran una mayor preparación y que se ajustan a los intereses de un gran número de salmantinos, sobre todo jóvenes, tiene un impacto muy negativo en la sociedad y la propia economía. La fuga de talento se ha convertido en crónica y una de las causas que contribuyen a la despoblación de la provincia. Los datos avalan tal afirmación. En 2020 fueron 3.160 los salmantinos con estudios superiores que firmaron un contrato en otras provincias del país. En cambio, los que llegaron con esa misma preparación a Salamanca únicamente fueron 1.711. Existe, por lo tanto, un déficit de 1.449 contratos que repercute de manera muy negativa en el futuro provincial.
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