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Estado actual del terreno en abril de 2021 en Saelices el Chico gracias al proyecto ‘Tekura’.
Enusa avanza en sostenibilidad: emplea residuos para fabricar suelos artificiales

Enusa avanza en sostenibilidad: emplea residuos para fabricar suelos artificiales

El caso de éxito, ejemplo para remediar los drenajes ácidos, es el proyecto ‘Tekura’ llevado a cabo en la mina de uranio de la localidad salmantina de Saelices El Chico

Miércoles, 26 de mayo 2021, 20:31

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En el Grupo Enusa están comprometidos con el desarrollo sostenible, alineados con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ya que comprenden que son el único camino hacia una sociedad más igualitaria, justa y sostenible. Dentro del Grupo, dedican especial atención al medioambiente. Trabajan para preservarlo, protegerlo y, especialmente, restaurarlo. La experiencia del Grupo Enusa, patrocinador del Foro GACETA del Medio Ambiente, en materia de restauración de suelos es muy amplia, y continúa dilatándose con los diversos proyectos medioambientales que han emprendido. Apuestan por la innovación y la aplicación de técnicas medioambientales de remediación punteras.

Entre ellas destaca la aplicación de los residuos naturales e industriales, sin ser estos tóxicos o peligrosos en ningún caso, para la fabricación de suelos artificiales que funcionen como un regenerador del suelo y contribuyan a la recuperación de medios afectados por drenajes ácidos. Estos drenajes son habituales en las minas de sulfuros metálicos y de carbón, y se producen por la presencia de pirita en las rocas de los yacimientos, ya que se oxida espontáneamente en superficie, acidificándose las aguas en contacto y provocando la lixiviación de los metales contenidos en dichas rocas.

Este tipo de suelos artificiales, son preparados y diseñados a medida con la composición y las propiedades específicas que necesite la zona impactada, lo que permite neutralizar la acidez presente en el medio y, sobre todo, impedir su incremento. Los suelos artificiales se aplican directamente sobre el terreno, sobre los suelos degradados, con un espesor mínimo. También puede colocarse sobre aguas afectadas, donde creará un humedal mediante el cual las aguas irán reaccionando y evolucionando positivamente en su calidad.

Aún siendo los drenajes ácidos un problema de difícil solución, esta técnica medioambiental consistente en la remediación pasiva ha obtenido resultados satisfactorios en la recuperación de importantes medios afectados. Algunos ejemplos son las escombreras de la mina de carbón de As Pontes y de sulfuros metálicos de Touro (La Coruña) y los suelos del valle del río Guadiamar, contaminados por el vertido de lodos de la mina de Aznalcóllar (Sevilla).

Esos casos de éxito les han llevado desde hace unos años a efectuar diversos estudios y ensayos piloto para su aplicación en las antiguas explotaciones mineras de uranio de Saelices El Chico (Salamanca), también afectadas por drenajes ácidos, y que se encuentran actualmente en fase de clausura. La restauración minera efectuada hasta el momento ha permitido la recuperación geomorfológica e hidráulica del espacio natural, sin embargo, aún no se ha conseguido la calidad completa de las aguas. En estos momentos es necesario un tratamiento químico previo al vertido controlado a cauces públicos, de acuerdo a la autorización oficial vigente.

Con intención de que esta actividad de tratamiento de aguas ácidas no se cronifique en el tiempo, o al menos pueda reducirse su magnitud, en el año 2016 se define el proyecto ‘Tekura’ con la cofinanciación del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y llevado a cabo entre los años 2017 y 2020. El objetivo era evaluar el potencial de los tecnosoles para evitar la generación de aguas hiperácidas en las superficies de huecos de corta. El proyecto ‘Tekura’ realiza la fabricación in situ de estos suelos artificiales diseñados específicamente, y aplica los compuestos bioactivos en un área de 52ha. Los efectos de mejora química de las aguas ya han sido constatados, dando lugar a muy buenos resultados: el pH de las aguas se ha elevado hasta niveles de neutralidad, y el contenido de sulfatos y metales pesados ha disminuido considerablemente. A estos buenos resultados se suma también el hecho de que este suelo creado a medida tiene un efecto fertilizante que genera una capa de vegetación. Esto, sumado a la capacidad de retención de agua de los propios tecnosoles, favorece un incremento efectivo de la evapotranspiración, lo que se traduce a su vez en la disminución efectiva de las aguas de escorrentía recogidas para tratamiento.

Imagen de febrero de 2018 del terreno antes de la puesta en marcha del proyecto ‘Tekura’.
Imagen de febrero de 2018 del terreno antes de la puesta en marcha del proyecto ‘Tekura’.

Recuperación de una zona de Saelices El Chico

El proyecto ‘Tekura’ ha logrado la recuperación del yacimiento minero de uranio emplazado en Saelices El Chico, gracias a la utilización de tecnosoles y humedales reactivos, diseñados, formulados y elaborados a partir de materiales de la propia mina, de residuos y subproductos de bajo valor del entorno. Se ha conseguido minimizar la huella de carbono y se han recuperado elementos, componentes y propiedades que permiten la recuperación ambiental y la regeneración de la actividad y productividad biológica, la biodiversidad y el paisaje de un sistema previamente degradado.

Gracias al proyecto ‘Tekura’ se constata el correcto funcionamiento de los compuestos bioactivos para evitar la generación de aguas ácidas de mina y, fruto de este éxito, nace un nuevo reto que no habría sido posible sin la experiencia previa de ‘Tekura’. Este nuevo proyecto, denominado ‘Minetra’, pretende aplicar la tecnología y los conocimientos adquiridos con el proyecto ‘Tekura’ en un nuevo entorno de trabajo, en la huella de una antigua escombrera de mina, que presenta una problemática original diferente. Se espera que el proyecto ‘Minetra’ pueda comenzar en los próximos meses con la cofinanciación del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI).

Estas iniciativas se enmarcan dentro del impulso que el Grupo Enusa está dando a la economía circular y a la sostenibilidad, en aras de recuperar la biodiversidad de espacios degradados. Por su parte, el éxito que ya ha demostrado el proyecto ‘Tekura’ supone un avance en firme para cumplir con los objetivos del pacto verde europeo y la transición ecológica, que aspira a un modelo productivo más sostenible.

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