Secciones
Destacamos
Lunes, 4 de mayo 2020, 20:33
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
"¡Qué escandalo! Alguien está poniéndose hasta arriba de aguardiente en pleno centro de salud”.
La escena se vivió en el centro de salud Miguel Armijo, del barrio del Oeste, “pero seguro que ha pasado en más centros de salud porque todos debemos haber recibido el mismo material”, explica un médico salmantino.
Cuando habla del material no se refiere a ninguna botella de alcohol, sino a unos bidones del gel hidroalcohólico que se emplea para la desinfección de manos y que, por lo visto, “huelen a aguardiente que tiran para atrás”, por lo que dieron pie a la confusión en las consultas.
Evidentemente nadie se ha puesto a tomar chupitos en mitad del trabajo, pero la ráfaga de olor que suelta inicialmente ha confundido a más de uno.
Debido al desabastecimiento de este tipo de productos, tanto el Gobierno como las consejerías han tenido que recurrir a proveedores diferentes con los que suelen trabajar. De hecho hay hasta destilerías españolas y fábricas de aguardientes que han donado miles de litros de alcohol para la fabricación de geles hidroalcohólicos, por lo que no es extraño que algunas mezclas tengan un ligero toque “a orujo o aguardianente”. “Nada que no se pueda solucionar abriendo un poco la ventana”, recalcan.
El olor aparece cuando se rellenan los dispensadores con el gel de estos bidones y, sobre todo, cuando se frotan las manos. “Apenas son unos segundos. Hasta que se seca”, aclaran, aunque los hay que han optado por dejar de utilizar el material de trabajo y traer de casa un gel con menos capacidad de evocar las sobremesas de antes.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.