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La periodista Elena Salamanca. ARCHIVO
Elena Salamanca:«Para mí, mis abuelos han sido mis referentes»

Elena Salamanca:«Para mí, mis abuelos han sido mis referentes»

Elena Salamanca cuenta cómo fueron los veranos de pequeña en San Miguel de Valero, la libertad que vivía en el pueblo y lo importantes que fueron sus abuelos en su infancia

Alejandro Cerezal

Domingo, 11 de agosto 2024, 13:10

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Su pasión por la escritura y por contar historias llevó a ElenaSalamanca a ser una excelente periodista, con una gran carrera a sus espaldas. Desde presentadora en Canal Toros de Movistar Plus hasta redactora de Antena 3 Noticias, pasando por LA GACETA, la salmantina se ha convertido en toda una referencia en la profesión, especialmente en el ámbito de la política y la tauromaquia.

Sus veranos de la infancia estuvieron cargados de diversión y momentos junto a su familia. «Mis abuelos maternos eran de San Miguel de Valero. Ya no en verano, sino casi todos los fines de semana nos íbamos allí, pero el verano era sagrado. Era acabar el colegio, y tanto mi hermano como yo era ansiedad lo que teníamos por irnos al pueblo», recordaba la salmantina. «Es cierto, y era muy gracioso, que mis padres cada dos semanas máximo nos volvían a llevar a la ciudad para reinsertarnos en la disciplina y el saber estar otra vez, porque en el pueblo nos asalvajábamos».

La vida en el pueblo para Elena estaba llena de diversión y libertad. «Era salir por la mañana con la bici, volver a comer, y, antes de terminar, siempre había ya un amigo que venía a buscarte para volver a salir. Y así hasta la hora de la cena», contaba. «Lo piensas, y es que ahí no teníamos móviles. Salíamos de casa, y hasta que volvíamos. Es verdad que era un pueblo, y cualquiera te decía «acabo de verla por no sé donde», pero que no sabían de nosotros hasta la hora de la comida».

No obstante, esta libertad suponía mucha responsabilidad por su parte. «Es cierto que éramos súper disciplinados y, para mi abuelo, a las dos de la tarde había que comer. O estabas allí, o te quedabas sin comer. Éramos muy puntuales, y luego ya otra vez a a la calle. Ese era el verano, lo recuerdo muy bonito».

San Miguel de Valero era una oportunidad para llevar a cabo muchas actividades. «Nosotros nos bajábamos a Valero, dónde están las piscinas naturales. Ahora en San Miguel hay piscina municipal, pero cuando yo era pequeña no había, entonces nos bajábamos al río. Yo creo que con la edad nuestra no dejaríamos ir a nuestras sobrinas, y nosotros nos bajábamos. Luego nos subía quien fuera en coche. Porque bajabas bien por el camino, pero luego te subía alguien». Además, hay una comida que le trae muchos recuerdos: «un trozo de chorizo con pan para mí era lo máximo».

Los abuelos, una parte fundamental

El pueblo se convertía en un paraíso dónde pasar el calor, pero, en las noches que refrescaba, ahí estaba su abuela preocupándose por ella. «Durante el día hacía calor, pero por las noches refrescaba de sudadera. Cuando volvías a merendar, ya cogías una chaqueta o una sudadera para la noche, porque la abuela siempre estaba pendiente de comer y del frío. Era idílico», decía.

Otro de los recuerdos más bonitos de Elena era compartir su afición por los toros con su abuelo. «Recuerdo con especial cariño sentarme con mi abuelo a ver toros. En la televisión pública había toros en verano muchos días, y en algunos ratos de la tarde mi abuelo se metía en casa a verlos, y yo siempre me sentaba con él», explicaba la salmantina acerca de una afición que a día de hoy sigue manteniendo. «También en el mes de julio los Sanfermines. No tenías despertador, y siempre era a mi abuela «despiértanos a las ocho menos diez». Y a mi abuela le daba pena despertarnos, porque nos habíamos acostado tarde, y a veces no te despertaba. Pero eso también lo recuerdo, levantarnos todos para ver el encierro a las ocho de la mañana».

Elena Salamanca recuerda con mucho cariño a sus abuelos y siente mucha nostalgia por los momentos junto a ellos. «Para mí, mis abuelos han sido mis referentes. Es cierto que con el tiempo te das cuenta de la cantidad de valores que ellos representaban y de la cantidad de enseñanzas que nos transmitían de manera involuntaria, solo con hablarte. Mi abuelo te podía contar historias de la Guerra Civil que él había vivido, y además siempre desde una perspectiva como con mucha calma», comentaba. «Ahora cuando voy al pueblo echo mucho de menos a mis abuelos. En cambio, mi hermano va con mis sobrinas, y eso es muy bonito porque es como una nueva generación que está volviendo a disfrutar del pueblo».

Los veranos de su adolescencia

Un poco más mayor, la periodista disfrutaba de las verbenas de los pueblos cercanos. «Al final en verano todo son las fiestas de los pueblos de alrededor. Luego San Miguel teníamos fiestas a finales de septiembre, entonces ya era muy tarde. Todo el verano sí que intentabas ver quién empezaba a tener coche e ir a las fiestas de los demás pueblos, a los toros... Como yo siempre he sido mucho del entorno toros, ibas a los pueblos de alrededor a los toros por la tarde, y ya te quedabas a la verbena. ¿Qué hay más divertido que unas fiestas de un pueblo?»

Actualmente, Elenaaprovecha sus vacaciones para viajar junto a su marido. «Nosotros las vacaciones no las usamos para descansar». Aunque sus visitas al pueblo no son tan habituales, sigue viniendo Salamanca para disfrutar de su familia.

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