El proyecto universitario que busca estudiantes más verdes
El proyecto europeo GIRLS promoverá los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la Universidad y contará con 400.000 euros de financiación

La Universidad de Salamanca presentó el lunes pasado el proyecto Erasmus +, denominado ‘GIRLS: Generación para la innovación, resiliencia, liderazgo y sostenibilidad. ¡Que empiece el juego!’, con el que pretenden acercar el desarrollo sostenible a la educación superior. En él, participarán universidades, entidades de investigación, organizaciones no gubernamentales y centros de enseñanza preuniversitaria.
El consorcio incluye, además, a siete entidades de tres países: Portugal, Rumanía y México. La coordinadora del proyecto, la profesora de Matemática Aplicada Araceli Quiruga, aseguró a este periódico que llevaba tiempo detrás de esta iniciativa: “Es el tercer año que lo solicitábamos y no nos lo han concedido hasta ahora. Decidimos cambiar el enfoque planteando una metodología docente basada en juegos”, reconoció.
El proyecto pone el foco en la formación en competencias digitales y pedagogías innovadoras. Se plantea en formato de juego con cuatro fases bien definidas: el tablero, las reglas, la partida y Game Over!. El recorrido por el que se guía a los estudiantes se compone de 17 casillas, cada una correspondiente con uno de los ODS. La metodología elegida no ha sido al azar: “Nosotros decimos mucho que las cosas se aprenden haciendo, practicando y, por eso, hemos decidido plantearlo de esta forma”.
Por otro lado, desde la coordinación del proyecto, buscan favorecer la implicación de los alumnos de la Universidad en temas sociales. “Son temas actuales y decisivos que se trabajan mucho en colegios e institutos, pero que, en la educación superior, no los teníamos muy desarrollados”, explicó Araceli Queiruga.
La Universidad de Salamanca ya cuenta con una oficina verde que ayuda a promocionar e incrementar la sostenibilidad de vida universitaria, pero es una institución individual que no está integrada. Con el nuevo proyecto, buscan concienciar a los universitarios de forma más directa: “Es una manera de involucrarse más en la Universidad, tanto en temas sociales como en materia de medio ambiente”, afirmó la coordinadora.
El proyecto durará tres años y se prevé que participen entre 500 y 1.000 alumnos. También barajan seleccionar a cuatro de ellos de cada universidad para realizar alguna actividad en México para el próximo verano. Valorarán el nivel de inglés y las actividades que realice el alumno fuera de lo académico, entre otras cosas.
El objetivo de la metodología elegida en este nuevo proyecto está claro para sus artífices: “Trata de devolver de alguna manera a la sociedad aquello que nos da”. Los alumnos podrán participar desde la Universidad y dando servicio a alguna asociación que tenga alguna necesidad y que ellos puedan resolver. La coordinadora explicó un caso que ya habían tenido con anterioridad: “Una compañera colaboró con Aspace para adaptar los materiales de matemáticas a personas con parálisis cerebral”.