El presidente de Cáritas dice que la segunda ola del coronavirus está siendo “tan catastrófica como la otra”

El terremoto de la pandemia llegó a Cáritas cuando los usuarios afectados por la crisis de 2008 comenzaban a estabilizarse. “Estábamos levantando cabeza pero nos pilló de sorpresa como a todos. No sabíamos cómo venía, ni cómo resolverla y ni si iba a ser pasajera. Todo era nuevo y realmente escalofriante”. Ante esa situación, la ONG tuvo que adaptar todos sus recursos con el impacto de una segunda ola “tan catastrófica como la otra”. Al haber impactado sobre todo en los sectores del turismo, hostelería y tercer sector, Bretón detalló que han llegado muchas personas por primera vez a Cáritas que en circunstancias normales nunca se habían planteado recurrir a la ONG para pagarles la luz, el alquiler, gas o la compra de alimentos. “Uno de los principales objetivos es restablecer el empleo de todas las personas que lo han perdido y facilitarles una forma de vida en la que se puedan sostener”.

Todo ello, sin dejar de lado a los colectivos más vulnerables a los que no se ha dejado de prestar ayuda: “Los emigrantes sin documentación, la trata de mujeres que quedaron muy desatendidas, los mayores que viven en plena soledad tanto en las zonas urbanas como rurales o los jóvenes y niños sobre todo en las etapas sin colegio donde hemos hecho un esfuerzo para abordar la brecha digital”. En este contexto, destacó la labor realizada por Salamanca como un “referente” para el resto de Cáritas diocesanas de todo el país.

El responsable de la organización detalló que la pandemia obligó a cambiar la forma de actuación e incluso de recabar la solidaridad de la sociedad española. En un contexto de confinamiento, Cáritas lanzó de marzo a junio varias campañas de ayuda y tuvo que lanzar proyectos nuevos en los que se mantuviera la atención con los usuarios manteniendo la distancia de seguridad. “Somos Iglesia y todos los problemas que afectan a una organización tan impresionante nos afecta de alguna forma”, detalló sobre el cierre de las iglesias, importante fuente de financiación de Cáritas. Sin embargo, ante esta adversidad la respuesta de la sociedad española hacia la ONG católica no le ha dejado de sorprender. “Cuando hacemos valer que somos Cáritas se nos abren todas las puertas y todas las facilidades. La respuesta solidaria ha sido abrumadora”.

Otro de los caballos de batalla ha sido la incorporación del voluntariado más joven para sustituir a todos aquellos que estaban obligados a estar en confinamiento por su situación de riesgo. La edad media de los colaboradores de Cáritas es muy elevada. También quiso agradecer la labor de Cáritas de Salamanca como un “referente” para el resto de delegaciones.

Ante las perspectivas de futuro, Bretón se mostró cauto a la hora de asegurar que todo es “impredecible”, aunque se mostró optimista ante las noticias recientes de la aparición de una vacuna y los datos de la mejora de la situación pandémica en determinadas regiones. “Hace nada en Madrid éramos los más malos y ahora estamos mejorando”. Por ello, lanzó un mensaje de esperanza para concluir: “Hay futuro y esto va a pasar. Tendremos unos meses hasta la aparición de la vacuna, pero poco a poco podremos restablecer la situación en un país maravilloso y modelo con las mejores empresas. Tenemos que salir de esta y aunque tardaremos un poco más de lo previsto, saldremos”.

El Foro Gaceta online de la Solidaridad estuvo patrocinado por la Diputación de Salamanca, la Universidad Pontificia de Salamanca, Laboral Kutxa, Berkeley y Parque Cementerio.