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Los efectivos disponen de dos trajes: uno ignífugo para los incendios y otro más ligero para accidentes de tráfico. Cuentan con dos cascos.
Reunión previa a un simulacro para repasar procedimientos de actuación.
Centro de control donde se reciben los avisos durante las 24 horas.

El parque de Bomberos de Salamanca, por dentro. Así es su día a día

El servicio abre a este periódico sus puertas y detalla lo que no se ve en las guardias: sesiones con entrenador físico, repaso de protocolos, simulacros, talleres y ambiente familiar

Miércoles, 1 de septiembre 2021, 22:41

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Los ciudadanos les ven cruzar la ciudad a toda velocidad y saben de sus intervenciones por las noticias pero, ¿cómo es el trabajo diario de los Bomberos en el parque? Aunque han llegado a ser un centenar, en la actualidad ochenta y cinco efectivos conforman la plantilla del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamentos, repartidos en 5 turnos de 13 efectivos que se relevan. La jornada para estos profesionales comienza a las 14:00 horas y concluye 24 horas después. Nunca saben qué les deparará el día. “Hemos tenido guardias sin salidas en 24 horas y días con 5 intervenciones simultáneas en apenas dos horas”, confirma el sargento Desiderio López, jefe del turno que muestra a este periódico el día a día de los Bomberos.

El centro de control es uno de los puntos “calientes”. Dos compañeros atienden las llamadas ciudadanas que entran a través del 080 y el 923 232336 y reciben los avisos del 112 y la Junta a través de una aplicación. En su profesión es fundamental clasificar la intervención (incendios, socorro y atención a personas, asistencias técnicas, atención a animales o peligros diversos), ya que todo se establece bajo protocolos. Los vehículos que se desplazan y el personal, la estructura de mando y las funciones de cada uno están asignadas previamente, lo que rebaja el estrés en caso de emergencia. El turno se inicia con la revisión de los vehículos y del material. Después, en cada jornada el personal practica los protocolos de actuación con maniobras o simulacros, con una reunión previa para repasar los procedimientos, y mejora del uso de las herramientas en diversos talleres. Las exigentes pruebas físicas de acceso al Servicio hace que la mayoría de efectivos atesoren destacadas marcas como triatletas, escaladores o buceadores. De hecho, el entrenamiento físico matinal guiado por un entrenador es obligatorio en el gimnasio del parque. “Lo mejor de la profesión es que es solidaria y se convierte en vocacional. También el trabajo en equipo. Somos como una familia, nos desahogamos entre nosotros y hay muy buen ambiente”, destacan los bomberos.

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