El miedo a no poder hacer los exámenes de la Universidad de Salamanca por falta de cobertura

Margarita López es una de las alumnas afectadas por esta situación. Vive en Crespos (Ávila) y la fibra no llega hasta su casa. “Hasta la esquina de mi calle hay ADSL, pero a mi casa no llega. Ninguna compañía no quiere meter cables y la única solución que me dan es ponerlos por arriba, pero la vecina a la que le cruzarían no me deja, así que no tengo internet”, se lamenta la joven que, paradójicamente, es estudiante de cuarto de Ingeniería Informática en la Facultad de Ciencias.

Hasta ahora se ha apañado con los datos del móvil, así que agradece que buena parte de los profesores pasen grabaciones de las clases, de forma que ella puede seguirlas cuando le va mejor, pero ya ha tenido algún problema para entregar trabajos a tiempo y teme lo que pueda suceder cuando tenga que hacer exámenes online. “Me da miedo que se me vaya conexión en exámenes, aunque la delegación de estudiantes me ha dicho que como saben que mi conexión no es buena y se me puede cortar, no me pueden suspender sin más”, comenta. El lunes ya recibió la tarjeta de la Universidad, así que ahora está más tranquila.

Más crítico se muestra Daniel Prado, alumno de tercero del grado en Ciencia Política y Administración Pública. “Los profesores hacen lo que pueden, pero hay bastantes deficiencias y el problema es que no hay un método unificado para dar clase, lo que es un problema porque incluso hay un profesor que sube vídeos a una plataforma sin avisar, otros lo hacen fenomenal”, comenta este estudiante residente en una localidad de Lugo donde siguen con la velocidad a internet del año 2005. “Estuvimos varios años con ADSL con varias compañías, pero no iba bien, y ahora estamos con conexión vía satélite, aunque tiene muchas deficiencias y la red no soporta los programas actuales, por lo que en muchas ocasiones tengo que tirar de los datos móviles y ahora que tengo una gran carga de trabajo se me acaban muy rápido”, asegura.

Aún no ha recibido la ayuda de la Universidad, por lo que ya la ha reclamado. Parece que se debe a un problema de la mensajería, pero el joven está pendiente porque dice que si solo recibe una tarjeta SIM no le van a solucionar nada más que en parte el problema. “Tendría que prescindir del móvil para poner esa tarjeta, así que con la tarjeta necesitaría un pincho”, aclara el joven alumno que pide también a los docentes que este mes no carguen con tantos trabajos a los estudiantes.

La prueba de fuego llegará cuando comiencen los estudiantes este mes.