El lamento del empresariado salmantino ante la subida del Salario Mínimo: “La recuperación no ha llegado”

La subida del SMI supone otro quebradero de cabeza a los ya existentes. “Hemos mirado presupuestos y hemos elegido una tarifa eléctrica sin picos ni valles. Aún así, la factura ha subido entre un 20% y un 30%”, explica Yolanda, que advierte de que en su sector hay otro problema, el de las materias primas. “En lo que va de año ya han subido en dos ocasiones”, apunta.

La preocupación de Yolanda la comparte Paula Romero, propietaria de una empresa dedicada a la medicina estética y belleza integral. “No lo puede estar haciendo mejor Sánchez”, afirma con ironía, además de confirmar que va a ser un año muy duro para los propietarios de negocios. “Me parece una aberración subir el SMI, con lo que supone en un año a las empresas. Y se suma al aumento de la luz. Solo falta que suban el IVA u otros impuestos”, denuncia.

El impacto de los precios disparados de la electricidad se nota en su negocio. “Estamos abiertos 12 horas diarias, por lo que ahora pago entre 120 y 150 euros más al mes. Eso es una barbaridad. Y no lo puedes repercutir en el servicio porque te quedas fuera del mercado, tanto en mi sector como en otros”, asegura Paula. La única vía es la de reducir beneficios, con el consiguiente riesgo de cierre “como les está ocurriendo a muchas empresas en Salamanca”.

Juan Luis Feltrero, dedicado al transporte de mercancías, también considera que el momento para subir el SMI es inadecuado. “Hay que dejar que las empresas terminen de recuperarse”, subraya. Incluso augura que ese aumento va a resultar contraproducente en el actual contexto en el que los gastos se han disparado. “En vez de crear empleo, lo que va a conseguir el Gobierno es destruirlo”, afirma.