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Fermín Sánchez-Guijo, junto a Miriam López Parra y Eva Villarón responsables de la Sala Blanca.
El IBSAL mejora a pacientes COVID muy graves con células madre de la grasa

El IBSAL mejora a pacientes COVID muy graves con células madre de la grasa

El Hospital, entre los únicos cuatro centros que han logrado un avance espectacular al tratar a enfermos intubados con células mesenquimales extraídas a otras personas

Viernes, 10 de julio 2020, 23:59

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El Hospital -a través del IBSAL- ha participado en el primer estudio publicado en el mundo -apareció ayer en una revista del grupo The Lancet- para tratar a pacientes COVID intubados con células mesenquimales y los resultados han sido lo suficientemente positivos -el 75% de los pacientes mejoraron- como para abrir otro trabajo a mayor escala.

Lo ha hecho junto con la Clínica Universitaria de Navarra, la Fundación Jiménez Díaz y el Hospital Gregorio Marañón, aunque fue Salamanca quien trató al primer paciente de la serie, que estaba en situación crítica. Posteriormente trató a otros tres enfermos y todos ellos están de alta.

El investigador principal del estudio en Salamanca y primer firmante del trabajo publicado, el doctor Fermín Sánchez-Guijo, explica que los especialistas en terapia celular del Carlos III manejaban “datos de que las células mesenquimales podrían ser útiles para reducir la inflamación en los pacientes críticos”. Existía una pequeña serie realizada en China, aunque solo un enfermo recibió estas células cuando ya estaba intubado.

Expertos en terapia celular de distintos puntos del país se marcaron el reto de tratar a 100 pacientes españoles, pero ante la demora que suponían los trámites y la emergencia sanitaria acuciante se optó por comenzar a tratar a algunos enfermos muy críticos. “Decidimos aplicar este tratamiento con la autorización de la Agencia Española del Medicamento y el permiso de los familiares”, apunta Sánchez-Guijo.

El perfil del paciente tratado era el de “enfermos con los que los tratamientos anteriores no habían funcionado y en lo que tuviéramos posibilidad de administrar estas células”.

Sobre un total de 13 casos muy graves, Salamanca incorporó a dos pacientes intubados, aunque posteriormente –dado que había disponibilidad de células- se trató a otros dos pacientes que estaban en Medicina Interna y que no mejoraban con los otros fármacos, por lo que corrían riesgo de terminar en la UCI.

Los resultados son muy positivos. De los 13 pacientes intubados, y tras un seguimiento de unos 16 días de media, 9 de ellos mejoraron claramente hasta el punto de que siete dejaron de necesitar ventilación mecánica. Solo fallecieron dos personas: uno a causa de una hemorragia digestiva y el segundo por una sobreinfección.

“Lo importante es que el tratamiento es seguro. Se monitorizó a estas personas y se comprobó que no hubo ningún efecto adverso. Por supuesto, los pacientes mejoraron, pero ahora será necesario hacer estudios con un mayor número de pacientes y de forma aleatoria”, avanza el responsable del área de Terapia Celular del Hospital de Salamanca, Fermín Sánchez-Guijo.

En el caso concreto de los pacientes salmantinos, los cuatro enfermos están de alta, y dos de ellos estaban muy graves cuando se inició el tratamiento. “Tenemos pacientes con datos de inflamación, deterioro radiológico y clínico. Les administramos una dosis y una segunda a los tres días y vimos clara mejoría”, concluyen.

Los cuatro centros hospitalarios se preparan para una segunda oleada de COVID, por lo que buscan nuevos donantes de células a partir de convalecientes de coronavirus. “Ya disponemos de bastantes dosis en Salamanca y en Navarra, que serán las dos grandes salas de producción en caso de rebrote”, aclara el salmantino.

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