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Antonio Álvarez Valero en su último viaje a Isla Decepción.
El estudio salmantino que mejora la predicción de las erupciones volcánicas

El estudio salmantino que mejora la predicción de las erupciones volcánicas

Antonio Valero dirige un novedoso estudio sobre el valor de los gases que emanan del suelo | Ampliará la investigación a Nueva Zelanda, Antártida, Japón, Islandia e Italia

Martes, 6 de diciembre 2022, 20:50

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A punto de que se cumpla un año del final de la erupción del volcán de La Palma —finalizó en diciembre de 2021 después de 85 días activo—, científicos de la Universidad de Salamanca, dentro de un consorcio internacional de investigadores, acaban de publicar en la reputada revista “Scientific Reports (Springer-Nature)” un importante avance en torno a la predicción de las erupciones volcánicas a partir del estudio de los procesos de desgasificación que tienen lugar bajo un volcán.

Utilizando los datos isotópicos de gases nobles tomados en las fumarolas en campañas previas de otros grupos de investigación en Isla Decepción (Antártida) —las suyas de 2020 y 2021 se tuvieron que suspender como consecuencia de la pandemia de la covid— Antonio Álvarez Valero, geólogo de la Universidad de Salamanca, ha conseguido con su equipo medir la evolución de los gases volcánicos desde la profundidad hasta que se emiten a la superficie, de manera que, tal y como asegura en el artículo científico recientemente publicado, los gases pueden aportar información relevante sobre una erupción comparados con su señal isotópica registrada en profundidad. Como consecuencia, los especialistas defienden que comprender los procesos de desgasificación bajo un volcán, desde el magma fuente en profundidad hasta su escape en superficie, “es esencial para predecir una erupción”.

De momento, la manera que tiene la ciencia de acceder a este magma profundo para leer la información que ha dejado escrita sobre su funcionamiento es, a través de los productos volcánicos que las erupciones previas traen a la superficie. En particular, respecto a los volátiles liberados en profundidad, el equipo de Álvarez Valero ha estudiado los minerales que los atraparon durante su formación a altas temperaturas y presiones.

Con el conocimiento de lo que ocurre en profundidad, “podremos mejorar las técnicas de monitoreo volcánico en superficie. Sin embargo, el monitoreo de gases de alta frecuencia (en continuo) no es posible, por el momento, en un volcán en una zona tan remota y extrema como la antártica”. Por ello, en el artículo el investigador enfatiza en la importancia tanto de este método analítico (de monitoreo indirecto), como en el esfuerzo científico-tecnológico y de ingeniería que se debería realizar científica y técnicamente para lograr la instalación de estaciones de monitoreo estables que pudieran enviar las señales geoquímicas en tiempo real durante todo el invierno antártico.

Cinco campañas de muestreo

Con el fin de ampliar los resultados de la exitosa investigación, Álvarez Valero y su equipo llevará a cabo en los próximos tres años el proyecto “eruptING”, con financiación dentro del plan nacional, en el que, además de intentar entender mejor los procesos de desgasificación con implicaciones eruptivas, los científicos van a concentrarse en regiones de clima polar para ver si existen conexiones entre la actividad volcánica y los periodos de glaciación registrados en los volátiles magmáticos”. A partir del mes de febrero, iniciarán las campañas de muestreo de rocas y gases en Isla Decepción (Campaña Antártica Española); Vatnajökull (Islandia), Ruapehu (Nueva Zelanda), Monte Etna/Vulture (Italia) y en el Monte Zao (Japón).

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