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Sábado, 24 de octubre 2020, 11:10
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Esta historia de emprendimiento familiar nació en 1949 en Nava de Béjar, cuando los hermanos Domingo, Honorio y Leoncio Díaz pusieron en marcha junto a su cuñado Rufino González un negocio de chatarra que arraigó en Plasencia y que extendería su actividad por diversas localidades del norte de Cáceres. Hoy atesora 71 años de experiencia en el sector de hierros y recuperación de metales con centros operativos en Plasencia, Cáceres, Badajoz y Salamanca. Y sobre todo, se ha instalado con firmeza en el sector ganándose la confianza de sus clientes y prestando un servicio riguroso y profesional.
A diferencia de las otras tres instalaciones del grupo en Extremadura, que mantienen la recogida y distribución de chatarra como uno de los dos pilares de su actividad, la sede abierta desde 1977 en Salamanca se centra exclusivamente en la compraventa de hierro y acero inoxidable. Una nave de 5.000 metros cuadrados en el término de Miranda de Azán, junto a la carretera de Béjar N-630, es el centro operativo de Hierros Díaz en la provincia. Cuenta con una amplia campa, oficinas recientemente remodeladas, tres camiones para el envío de pedidos y un equipo comercial que recorre diariamente la provincia visitando a su clientela por toda Salamanca y municipios de Zamora, Ávila y Valladolid.
Profesionales de la construcción, cerrajeros y del sector agroganadero conforman la clientela de Hierros Díaz. “Estamos muy enfocados en los clientes de provincia, la mayoría pequeñas y medianas empresas, montadores y cercadores a los que vendemos material para construir naves, tolvas, maquinaria agrícola, cerramiento de fincas...”, explica José Ignacio Sánchez Díaz, responsable de la nave de Salamanca, donde desarrolla las labores de gerente.
La amplitud en la cantidad de referencias y de materiales de cada una de ellas es actualmente una de las grandes bazas en el crecimiento de Hierros Díaz, que en los últimos cuatro años ha logrado disparar en un 85% su facturación reforzando además la plantilla.
En una iniciativa pionera en Salamanca, la empresa ha iniciado la comercialización de acero inoxidable en todos los formatos: ángulos, pletinas, tubos y chapa, tanto en brillo, mate y satinado. Además, y entre otros productos siderúrgicos, comercializa paneles sandwich, con corte de precisión a medida y todo tipo de mallazos, mallas ganaderas, postes y alambre de espino para el sector agropecuario.
En Hierros Díaz, las situaciones de crisis son oportunidades para afianzar los valores sobre los que se asienta esta empresa familiar. “Logramos salir adelante en la recesión de 2008 y no es porque fuéramos más listos que nadie, porque tuvimos seguramente la misma cantidad de impagados que otros. Pero mientras muchos cerraron, nosotros pudimos aguantar gracias al colchón financiero generado en los anteriores 30 años y a que durante los buenos tiempos se gestionó con austeridad”, afirma José Ignacio Sánchez Díaz.
El responsable en Salamanca de la firma tiene un recuerdo cariñoso para el trabajo que desarrolló el anterior gerente, quien puso las bases para el actual despegue. “Mi tío Benito González Díaz logró consolidar una fiel cartera de clientes. Y en este sector la fidelidad se alcanza siendo serios y cumpliendo los plazos”, dice, y extiende y amplía su agradecimiento a la plantilla de la empresa. “Es excepcional. Muchos trabajadores son hijos de otros que siguen en activo o que ya se jubilaron. En los tiempos difíciles nos esforzamos en mantener la plantilla y ellos lo valoran”.
Contenido patrocinado porHierros Díaz
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