El comprador, el gran perjudicado de la tasación de viviendas durante el estado de alarma

Hay que recordar que si la tasación es suficientemente alta, y siempre y cuando no supere al valor de compra, los interesados podrán obtener un crédito más cuantioso —en caso de que fuera superior al precio de la operación, el valor de referencia sería este último—. Por eso una tasación baja puede estropear la operación de compraventa, ya que la hipoteca que concede el banco al comprador, unido a sus ahorros, es insuficiente para pagar la casa.

De ahí que la instrucción dada por el Banco de España durante el estado de alarma haya sido especialmente dañina a los que le hicieran esa tasación mientras duró el confinamiento. La institución indicó que, además del informe habitual, los tasadores también debían realizar un segundo que tenía en cuenta, entre otras circunstancias, los posibles efectos de la pandemia en el mercado inmobiliario.

Ese segundo informe reflejaba una valor inferior al de la tasación habitual, por lo que ha sido el elegido por las entidades financieras para fijar el importe de la hipoteca. La decisión afecta sobre todo a los compradores que iban más justos. Por ejemplo, si el primer informe de tasación valora en 150.000 euros el inmueble, pero el segundo, por las futuras consecuencias de la pandemia, apunta que es 130.000, el préstamo se dará en función de esta última cifra. La hipoteca suele sufragar un máximo del 80% del precio de tasación —o de venta si este fuera más bajo—, por lo que con la tasación más perjudicial del ejemplo, el comprador recibiría un máximo de 104.000 euros del banco, mientras que con el informe habitual, el de 150.000 euros, hubiera obtenido 120.000. Una diferencia de 16.000 euros que puede ser decisiva.

Los tasadores indican que la realización de ese segundo informe en las tasaciones acabó una vez terminado el confinamiento, también por indicación del Banco de España. Por lo tanto, los compradores afectados disponen ahora de una opción para conseguir una hipoteca más cuantiosa y que consiste en volver a encargar la tasación. Eso supone pagar de nuevo, aunque su coste no superará el 50% del primer estudio.

El presidente de los agentes de la propiedad inmobiliaria de Salamanca señala que el procedimiento instaurado por el Banco de España en las semanas que duró el estado de alarma provoca efectos perjudiciales para el mercado inmobiliario. “Es injusto valorar una vivienda en función de lo que pueda ocurrir en un futuro. La tasación debe ceñirse a cuál es su valor actual y no elucubrar cuál es el que puede tener dentro de uno o varios meses”, afirma Valentín Rodríguez.

La pandemia, lo que sí ha provocado, es que el número de operaciones que se han cerrado en los últimos meses han sido escasos en comparación con los anteriores. Valentín Rodríguez admite que cuesta mover el mercado en la actualidad. “Las personas que disponen de capacidad económica para invertir, por ejemplo, se están centrado en pequeñas compras pese a que ahora el dinero en los bancos apenas renta”, indica.

Haber estado tanto tiempo confinados en nuestra casa, la mayoría en pisos de bloques de viviendas con ninguno o poco espacio al aire libre, ha provocado que en las últimas semanas el gusto o el interés de los potenciales compradores inmobiliarios en la provincia haya cambiado. Constructores y agentes de la propiedad reconocen que ha aumentado el interés por chalets con amplios espacios en el exterior o casas de campo.