El complejo proceso para que los docentes interinos consoliden sus puestos

Eso sí, las vacantes de estabilización por las que van a pugnar seguirán diferentes criterios a los habituales en los concurso oposición que se celebran todos los años. Procedimientos que se adaptan en función del tipo de plaza, un hecho a tener en cuenta. De las de estabilización, la Consejería de Educación diferencia entre las que sacará para el concurso de méritos extraordinario y las de concurso oposición. El primero solo es para las plazas ocupadas temporalmente de forma ininterrumpida con anterioridad al 1 de enero de 2016. La segunda para las que lleven tres años ocupadas por interinos con anterioridad al 31 de diciembre de 2020.

El más complejo es el concurso extraordinario de méritos. Castilla y León pondrá en juego 561 plazas en esta modalidad en la que no va a haber examen, solo la valoración de los méritos. Además, y a diferencia de otros sistemas, el Ministerio de Educación ha decidido coordinar el procedimiento de todas las comunidades y ha fijado una serie de criterios que han de respetar, salvo “rebelión”. El principal, que debe existir un acuerdo unánime de todas, lo que implica un plazo común para presentar las solicitudes y para resolverlas, así como aplicar el mismo baremo. Una cuestión muy importante: los aspirantes podrán presentarse a todas las autonomías que quieran inscribiéndose en la comunidad elegida como primera opción. La baremación del aspirante la hará la administración que reciba la solicitud y el Ministerio será el que adjudique las plazas.

En cuanto al baremo, la experiencia docente previa se valorará hasta un máximo de 7 puntos. La formación académica contará con hasta 3 puntos, mientras que por otros méritos los candidatos tendrán un máximo de 5. Por lo tanto, haber trabajado ya como docente será clave para conseguir plaza por el concurso extraordinario de méritos, lo que beneficia a los interinos que llevan muchos años en esa situación.

El otro sistema, el concurso oposición de estabilización, dispondrá de dos fases y contará con muchas más plazas, 1.866 entre los diferentes cuerpos. La primera parte, que tendrá un peso del 60% en la calificación final, será la realización de una prueba, un examen sobre un tema a desarrollar y la defensa de una unidad didáctica. En algunas especialidades habrá un ejercicio práctico. La principal diferencia respecto a un proceso normal será que no habrá que aprobar el examen y la defensa para pasar a la fase de méritos, solo sacar un 5 de media entre ambas, lo que beneficia en principio a los interinos, con menos tiempo para estudiar. En los méritos, que valen el 40% final, el baremo de puntos es diferente al normal. Por experiencia los aspirantes podrán conseguir hasta 7 puntos, por formación académica 2 y por otros méritos un punto. Una asignación que de nuevo juega a favor de los interinos frente a opositores con poca o ninguna experiencia.

La Junta afirma que las 2.427 plazas se aprobarán y publicarán en el Bocyl antes del 1 de junio, mientras que las respectivas convocatorias verán la luz antes del 31 de diciembre. Los proceso deberán acabar antes del 31 de diciembre de 2024.

Secundaria acapara la mayoría de las plazas de estabilización con 1.557 —269 para el concurso extraordinario y 1.288 para el concurso oposición—, ya que se trata del cuerpo docente donde hay una mayor interinidad —dos años no pudieron celebrarse oposiciones—. Le siguen los maestros con 567 —91 para el concurso—, y más lejos el resto de cuerpos.

El proceso de estabilización no gusta a ni a los interinos con más experiencia, ni a los que tienen poca o ninguna. A los primeros porque el sistema no les garantiza una plaza, sobre todo en el concurso de méritos extraordinario, ya que pueden competir con ellos interinos procedentes de otras comunidades. A los segundos, por una cuestión obvia. Han trabajado poco en la profesión, cuestión muy importante para conseguir una plaza debido al peso que tiene la experiencia tanto el concurso extraordinario como el concurso oposición de estabilización.

El objetivo es llegar al 8% de interinidad, aunque según los sindicatos no se va a conseguir. CSIF, por ejemplo, critica que los criterios que ha utilizado la Consejería de Educación han dejado fuera muchas plazas, a lo que añade la falta de negociación de la Junta y que al proceso de estabilización “no se le están dando las garantías jurídicas necesarias para evitar una avalancha de recursos”. ANPE también ha exigido que el proceso sea lo más pulcro posible para evitar problemas judiciales futuros. STECYL valora que el Ministerio intente coordinar los procesos, pero considera insuficiente la oferta de plazas de Castilla y León.