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Eusebio Pérez, en primer plano, posa con algunos de los profesionales de la Asociación Salud Mental Salamanca
El adiós de Eusebio Pérez tras una vida dedicada a luchar contra los estigmas

El adiós de Eusebio Pérez tras una vida dedicada a luchar contra los estigmas

A sus 90 años, ha abandonado la presidencia de la Asociación Salud Mental, entidad que fundó y presidió durante 29 años

Sábado, 2 de octubre 2021, 16:28

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De sus 90 años de vida, Eusebio Pérez ha dedicado 29 años —25 de ellos ya jubilado de su trabajo como interventor de la Seguridad Social— a defender los derechos de las personas con enfermedad mental. Fundador de la Asociación Salud Mental Salamanca (Afemc), Pérez ha sido un referente en la lucha contra los estigmas y en el empeño de la mejora de la atención y la calidad de vida de las personas con enfermedad mental y sus familias. Una labor, a base de trabajo, esfuerzo y perseverancia, que ha desarrollado como presidente de Afemc —cargo que abandonó hace tan sólo tres meses— pero también como padre.

Ser padre de una persona con enfermedad mental me ha hecho ver las cosas de una manera diferente: aceptar el sufrimiento, tener una sensibilidad mayor y revalidar mi idea de que para esto vale quien sirve”, explica Eusebio Pérez, viudo desde hace cuatro años y que vive junto a su hijo Fernando que le es de gran ayuda. “Mi hijo empezó en la adolescencia, con 15 años, con sus problemas. Al principio, las familias estábamos desorientadas. Además en aquella época la asistencia era muy precaria”, recuerda el expresidente de Afemc, que siempre ha tenido gran interés en informarse y formarse sobre la enfermedad mental. “Leía todos los libros que iban saliendo y me ha servido mucho para sobrellevar esto mejor, porque hay momentos muy difíciles. Muchos”, admite.

Los inicios de la asociación tampoco fueron fáciles. A principios de los años 90, Eusebio acompañaba a su hijo a las visitas al psiquiatra al Hospital Clínico. Fue personal de la asistencia sanitaria que trabajaba en el ahora extinto Hospital Psiquiátrico el que recopiló los nombres de las familias de personas con enfermedad mental y les contactó para plantearles la posibilidad y necesidad de crear una asociación.

“Al principio no teníamos ni dinero ni local, sólo la asociación constituida en el Gobierno Civil. Cuando se produjo la transferencia de la Sanidad a las comunidades autónomas, lo primero que se transfirió fue la organización de la asistencia psiquiátrica. Fue ahí cuando nos dieron la primera subvención, pequeña”, rememora el expresidente de Afemc, que en los comienzos ejercía de administrativo, ordenanza, contable y lo que hiciese falta para echar a rodar la entidad.

Con una memoria prodigiosa a sus 90 años, Eusebio relata los inicios de Afemc, que agrupaba a poco más de una docena de familias y que en la actualidad cuenta con más de 500 socios. Con la ayuda del que fuera vicepresidente, Tomás Hernández Bueno, lograron abrir la primera sede en Canalejas, en un piso vacío sin calefacción, que después pasó a un local en el barrio del Oeste donde los familiares compartían sus preocupaciones y donde se les empezó a dar la primera formación como cuidadores. Algo que fue aún más necesario tras el cierre del Hospital Psiquiátrico.

Eusebio Pérez dedicaba su “jornada laboral” como jubilado a trabajar por la asociación, pegado al teléfono para pedir subvenciones y ayudas a instituciones, organismos y empresas. “Al principio costaba porque la enfermedad mental es muy estigmatizante. De hecho dos de las barreras que hay para estas personas son el miedo a la palabra ‘loco’ y que la familia no reconozca que tiene personas con esta enfermedad en casa. De hecho, todavía hay familias que lo ocultan, no se suman a la asociación ni piden ayuda”, señala.

Tras conseguir, gracias a la Junta, la cesión del local actual en la calle Castroverde, que han podido ampliar en dos ocasiones, la entidad fue tomando relevancia, creando servicios y organizando jornadas con reconocidos expertos de toda España.

“Mi mayor satisfacción personal ha sido poder colaborar y conseguir todo lo que tenemos: el local, el personal, las delegaciones en Guijuelo y Ciudad Rodrigo, la sección de empleo o la sección infanto-juvenil que es la única en Castilla y León... Trabajar para la asociación ha sido una satisfacción muy grande aunque también una carga porque he descuidado a mi familia”, confiesa Eusebio Pérez, que se despidió hace tres meses de la presidencia con un proyecto pendiente. “Uno nunca se siente satisfecho al cien por cien. Querría haber hecho mucho más, por ejemplo el centro especial de empleo”, reconoce.

En estas últimas tres décadas, el que fuera presidente de Salud Mental Salamanca se congratula de haber presenciado los avances en la atención sanitaria a las personas con enfermedad mental con la creación de unidades, la séptima planta del Clínico para agudos, la unidad de rehabilitación o los equipos de salud mental con psiquiatras y psicólogos. También la evolución de los fármacos, ahora ya sin efectos secundarios e incluso con inyecciones periódicas, con los que las personas con enfermedad mental pueden llevar una vida normalizada.

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