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La Gaceta
Sábado, 23 de noviembre 2024
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Cuando era una niña fue víctima de acoso escolar tanto en el colegio como en el instituto. Sofía del Prado, representante de España en Miss Universo 2017, modelo y presentadora de televisión, reconoce que el hecho de dar charlas, sobre todo en colegios, le reconforta y ayuda. El próximo 28 de noviembre compartirá su experiencia en el Foro Gaceta de la Solidaridad, que se celebrará a partir de las 19.00 h. en el Casino de Salamanca. Las invitaciones gratuitas podrán conseguirse a través de este enlace, en el Casino o en LA GACETA.
¿Cómo recuerdas la experiencia de haber sufrido bullying durante la adolescencia?
—Ahora mismo lo veo como algo lejano, pero que siempre se queda conmigo porque te marca para toda la vida. Cuando lo sufres, no ves el final y crees que no vas a salir de ahí, que siempre te van a dejar de lado o te van a insultar. Con el tiempo te ayuda a afrontar problemas que vienen en la vida o situaciones un poco peores. Cuando estás en ese momento, el mensaje que hay que transmitir a los niños es que pidan ayuda y que se sale de esa situación.
¿En qué momento te diste cuenta de que estabas siendo víctima de acoso?
—Tendría 8 o 9 años. En aquel momento tampoco se identificaba como acoso porque es un término más reciente, se decía que eran cosas de niños. A mí lo que más me dolía, aparte de que me insultaran o se metieran con mi físico, era el hecho de no poder integrarme con los niños, jugar con ellos y que me dejaran de lado.
¿Qué papel jugó tu familia para ayudarte a superar esta situación?
—Los profesores siempre le quitaban importancia al asunto, pero mi madre fue en varias ocasiones a hablar con el centro escolar para informarles de que era su obligación que yo me integrara con los demás. Lo que de verdad me ayudó fue el deporte. Encontrar una vía de escape, que encajaba en algún sitio y que allí no me dejaban de lado.
El baloncesto fue muy importante para ti en esa etapa…
—Sí, empecé a jugar al baloncesto con 13 años, cuando me cambié al instituto. Venía del colegio donde sufría situaciones de bulling y sentirme sola y pensé que en el instituto, al cambiar de centro, iba a mejorar, pero cuando vas con ese miedo de abrirte a los demás... Me tocó con una clase que fue incluso peor: gente que iba a saco a por mí tanto verbalmente como al hecho de aislarme. Recuerdo 1º de la ESO como el peor año de todos. Ahí me surgió la oportunidad de jugar al baloncesto y lo agradezco tanto...
¿Consideras que sufrir esas situaciones de acoso te cambiaron como persona?
—Yo creo que sí. Siempre te deja una marca porque cuando eres niño, todo lo que te pasa te acompaña de por vida. Es verdad que el hecho de dar charlas y hablarlo te ayuda a superarlo, pero a veces me cuesta abrirme a gente nueva en un entorno más personal.
¿Qué mensaje darías a los jóvenes que están atravesando situaciones similares?
—Que pidan ayuda. Yo tardé tiempo en decirlo y cuando lo conté noté un cambio porque hablaron con los niños. También me gustaría decirles que se sale de esa situación y que en el deporte hay una vía de escape, ya que te puede ayudar a enfocar tu energía y tu tiempo.
¿Crees que las redes sociales han empeorado el problema del bullying para la generación actual?
—Totalmente. Las redes sociales tienen sus ventajas, por supuesto, pero también tienen sus desventajas porque antes tú te ibas del colegio y ya no tenías que seguir viendo a tus compañeros hasta el día siguiente, pero ahora te vas a casa y sigues con las redes y sufriendo ese acoso.
¿Has tenido la oportunidad de trabajar en alguna campaña contra el bullying desde que te convertiste en figura pública?
—Estuve colaborando con la Federación Española de Baloncesto y con la ACB porque tienen un programa de bulling. También doy charlas, sobre todo en colegios, y esto es lo que a mí me llena. Hablar con los niños y poder ayudarles es muy gratificante. Cuando terminas la charla y ves que niños de todas las edades participan y preguntan y se muestran interesados es cuando de verdad sientes que todo lo malo que pasó en su día es por algo.
¿Cuáles crees que son las mejores estrategias para combatir el acoso en las escuelas?
—La base es la educación. El problema está en casa, la educación que les damos a nuestros hijos y cómo ellos lo reflejan en las aulas. En el colegio debe haber protocolos de actuación y estar pendientes porque se ve claramente cuando hay grupos que aislan o insultan a otro niño o niña. También hay que hablar con los padres y tomar las medidas necesarias para que no vuelva a suceder.
¿Qué mensaje te gustaría transmitir en Salamanca, durante tu participación en el Foro Gaceta de la Solidaridad del próximo 28 de noviembre?
—Que el bulling es un problema que existe, que afecta a muchos niños y les marca de por vida y que hay que tomárselo en serio. También es importante transmitir la idea de que se puede superar, pero hay que darle la importancia que de verdad tiene.
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