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La presidenta de Siempre Fiel, Andrea María Quintana y la vicepresidenta, Lucía Hernández, junto a dos perros de la protectora. GUZÓN
De las ‘adopciones capricho’ al abandono

De las ‘adopciones capricho’ al abandono

Durante el periodo de confinamiento muchas familias adquirieron o acogieron animales para poder salir a la calle y ahora las protectoras los reciben de vuelta porque ‘no los pueden cuidar’

Martes, 24 de agosto 2021, 13:05

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Según la Real Sociedad Canina de España (RSCE), los abandonos de mascotas aumentaron un 25% después del confinamiento domiciliario. Este hecho ha ocasionado que muchas protectoras salmantinas se encuentren sin espacio y tengan listas de espera para recibir a más animales. “El número de abandonos se ha duplicado por la pandemia, ya que mucha gente se ha quedado sin trabajo o sin casa y no pueden mantener a la mascota. Necesitamos familias que quieran adoptar porque estamos desbordados”, explica Andrea María Quintana, presidenta de la protectora Siempre Fiel.

La protectora Peludosos recibe cada día varios correos electrónicos de dueños que quieren entregar a sus animales domésticos. “Muchas personas nos ponen excusas porque sus animales se han convertido en un estorbo y quieren deshacerse de ellos, sin darse cuenta de que no son un objeto y que nadie les obligó a tenerlos en sus casas”, lamenta Víctor Cañamero, gerente de Peludosos. Lo mismo ocurre en Siempre Fiel, donde el 90% de los perros que recogen son cedidos por parte de sus propios dueños. “Muchos cazadores que no han podido salir por la covid nos entregan sus animales, sobre todo galgos, porque según ellos ya no les valen”, explica Andrea María Quintana.

La labor de todos estos refugios salmantinos es acoger los animales que se encuentren desamparados o en la calle, proporcionarles todo tipo de cuidados y darles alimento hasta encontrarles un hogar y una familia que los pueda cuidar. “Todos los gatos que recogemos pasan primero una cuarentena en casas de acogidas de estudiantes o de voluntarios, y después los llevamos al local que tenemos para que la gente que quiera adoptar los pueda ver en directo y el felino congenie con la personalidad de los futuros dueños”, declara Rosa Sánchez, presidenta de Luna Gatuna.

Las protectoras dicen que sus recursos son limitados para atender al gran número de animales que tienen acogidos

En Peludosos, todos los animales que atienden son castrados, desparasitados, vacunados y preparados para su adopción. Sin embargo, los animales “menos domésticos”, como burros, gallinas o patos, permanecen toda su vida en la parcela de cuatro hectáreas de la que dispone la protectora. “Intentamos mejorar la calidad de vida de todos nuestros animales y a los domésticos les buscamos un hogar”, explica el gerente.

La presidenta de Siempre Fiel, Andrea María Quintana, apunta que muchas personas no saben cuál es la diferencia entre una protectora, que se encarga de amparar animales desde que entran hasta que se mueren, y una perrera, que los sacrifica cuando no tienen espacio para más. “Nosotros tenemos varios perros que denominamos invisibles porque nadie los ha querido apadrinar. En este caso, mueren de mayores, nunca vamos a sacrificarlos”, aclara la presidenta.

Todas estas entidades salmantinas no reciben subvenciones y muchas se encuentran justas de ingresos para subsistir. “Nuestra fuente de financiación son los socios que nos ayudan a mantener las instalaciones, donativos puntuales, veterinarios que se encargan de su salud y establecimientos que nos proporcionan pienso”, manifiesta Fredes Barbero, responsable de la Asociación Salmantina Protectora de Animales y Plantas (ASPAP).

En Siempre Fiel necesitan más donaciones de comida y que los salmantinos “se involucren con las adopciones, porque cuantas más existan, más animales podremos rescatar”, expresa su presidenta.

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