Secciones
Destacamos
Miércoles, 21 de diciembre 2022, 18:24
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
En 1974, Cruz Martínez Esteruelas, ministro de Educación en aquel momento, puso fin a la conocida como reválida y reguló el examen de Selectividad, de manera que en junio de 1975 se celebró el primero. Los alumnos tuvieron que realizar el resumen de una conferencia, un análisis de texto, preguntas sobre Lengua y Matemáticas, y sobre dos materias optativas. Arrancaron así los sucesivos cambios de la Selectividad, que en la última década han sido más notorios .
El 9 de junio de 2009 tuvieron lugar en la Universidad de Salamanca los últimos exámenes de Selectividad y arrancó la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU).
La PAU trajo como novedad la división de las pruebas en dos fases: una general y obligatoria con exámenes de Lengua y Literatura Castellana, de un idioma extranjero y de Historia y Filosofía, y también de una materia de modalidad, es decir, una asignatura vinculada al itinerario elegido por el estudiante dentro de Ciencias y Letras; y otra específica, de carácter voluntario, en la que cada estudiante se podía examinar de cualquiera de las materias de modalidad y la calificación obtenida en esos ejercicios sería decisiva para entrar en carreras con límite de plazas. Además, la nota ya no se calculaba sobre 10, sino que teniendo en cuenta la fase específica, el alumno podía sacar hasta 14 puntos, puesto que comenzaron a aplicarse las ponderaciones.
Este cambio revolucionó el sistema que había estado en vigor durante más de tres décadas y mejoró los resultados de los futuros universitarios en su acceso a una titulación superior.
A pesar de la incertidumbre con la que se afrontó la nueva PAU en junio de 2010, los primeros datos del distrito universitario de Salamanca —Salamanca, Ávila y Zamora— reflejaron un incremento en el número de aprobados un punto y medio por encima de los obtenidos un año antes con la antigua Selectividad. En concreto, el 92,55% de los alumnos presentados al renovado examen obtuvo la calificación de “apto”.
El siguiente cambio previsto iba a ser la inclusión de una prueba oral de idioma extranjero. Estaba previsto para el curso 2011-12, pero, primero se aplazó dos años y, finalmente, se pospuso sin fecha. La dificultad para implantar un ejercicio de este tipo hizo que dicho examen nunca llegara.
Hace justo una década, cuando aún estaba comenzando a rodar la PAU, empezó a hablarse de la desaparición de la nueva EBAU y su transformación en una evaluación de Bachillerato con la Ley de Mejora de la Educación, la LOMCE.
En aquel momento el rector de la Universidad de Salamanca, Daniel Hernández Ruipérez, ya levantó la voz pidiendo un examen único. La reivindicación se mantiene. También comenzaron a estar encima de la mesa la inclusión de más o menos preguntas tipo test o la apuesta por cuestiones semiabiertas. Al final, en 2017 llegó la EBAU o EVAU, el nombre cambia según las comunidades, que realmente fue una copia de la PAU.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.